Un partido empujado al abismo
Al éxito le suelen aparecer muchos padres, del fracaso, sin embargo, salen zumbando. Rajoy ha perdido dos elecciones. A pesar de haber subido tanto en escaños como en número de votos, el Partido Popular no podrá gobernar España. Algunos hablan de una derrota dulce, pero derrota al fin y al cabo -la segunda como candidato-, cuya cuchilla sobrevuela ya la cabeza de Mariano Rajoy.
Sin embargo, no son pocos los que señalan a los cómplices de su camino hacia el abismo. Un analisis de la Estella Digital, por ejemplo, pone nombre a los que considera responsables de la derrota del PP. La lista es amplia y jugosa.
La encabeza el propio Rajoy, pero le siguen, en el segundo rango de responsabilidad directa, José María Aznar y Esperanza Aguirre, por «la disparatada estrategia ultraconservadora de la oposición del PP». En el tercer escalón aparecen, Pedro J. Ramírez y Federico Jiménez Losantos por empujarles a la teoría de la conspiración y en el cuarto peldaño, figuran Ángel Acebes y Eduardo Zaplana… El diario cierra su repaso con el cardenal Rouco Varela y el presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz.
Los duros mensajes lanzados desde la COPE contra el ala más moderado del PP, no ha contribuido desde luego a centrar el discurso durante la legislatura, como señala La Vanguardia en un artículo al que titula: «Federico tiene la culpa«.
Pese a todo, los otrora amigos de Rajoy, no han esperado ni 24 horas para afilar los cuchillos planteando dudas sobre el futuro de su liderazgo. Las deserciones llegan también desde la prensa conservadora: El Mundo, La Razón o Abc que plantean abiertamente la cuestión.
Desde primera hora de la mañana del lunes, la edición digital del diario EL MUNDO publicaba una encuesta solicitando opinión a sus lectores sobre la continuidad de Rajoy… y el NO ganaba a mediodía con más del 70% de los votos.
Aún más significativo, resultaba el chat que el lunes, pocas horas después de las elecciones, mantenía el director Pedro J. Ramirez con los lectores. De la veintena de preguntas que contestó, las dos primeras planteaban directamente la cuestión del relevo en la cupula del PP, del que Ramirez se confiesa partidario, y otras siete lo trataban en mayor o menor medida.