El adiós de Gabilondo
En el año 1998 Antonio García Ferreras, que dirigía los informativos de la Ser, me llamó por teléfono y me preguntó si podía llegar a la radio en 30 minutos. Iñaki Gabilondo había pedido que nos viéramos. Y así lo hice. Tardé lo que tardé en planchar una camisa.
Gabilondo me preguntó si quería colaborar en su programa. Y me sobró tiempo para contestar. En una mesa de reuniones cogió un trozo de papel y un bolígrafo, anotó el teléfono de su casa, me puso una mano sobre el hombro y me entregó la nota sonriendo «pues bienvenido a Hoy por Hoy, -dijo-. Y si tienes cualquier problema me llamas». Fue la escena más cinematográfica que me ha dado el mundo laboral.
Desde entonces, unas veces más cerca y otras menos, he trabajado intermitentemente con Gabilondo a sabiendas del privilegio, del regalo que eso supone, tanto personal como profesionalmente.
Vídeo que se proyectó durante la entrega
del I Premio a la Libertad de Expresión ayer
El pasado viernes mientras participaba en una conferencia en Extremadura recibí una llamada suya. Me dijo que Prisa había anunciado el cierre de CNN+ pero que quería comunicármelo personalmente puesto que participo eventualmente en la tertulia. Cerró así un ciclo conmigo sin necesitarlo de la misma forma que empezó aquél otro: como un caballero.
No me cabe duda de que el propio Gabilondo recibió la noticia con tristeza. Después de 40 años dedicados a Prisa los intereses financieros han logrado arrebatar un espacio al periodismo que está cargado de simbolismos. No es algo que le haya sucedido a CNN+ solamente; es el signo de los tiempos, supongo. Pero es entristecedor tanto por el trabajo que hacían como por los profesionales que lo han hecho.
El propio Gabilondo confesaba el lunes: «tengo la sensación de que termina mi vida profesional»…
«Este no es un premio más -dijo en la entrega del I premio a la Libertad de Expresión-. Va a figurar en mi vida en un rincón muy especial porque llega en un día que no es como los demás […] Es muy probable, señores, que esta vicisitud profesional esté en este momento concluyendo».
Espero que se equivoque. En ese mismo acto Gabilondo arremetió contra las realidades económicas y señaló que la situación financiera impone doctrinas. No hablaba de Prisa en ese momento, pero sin duda lanzaba una alerta.
Sería muy mala noticia que Gabilondo dejara la profesión pues no hay en este país ningún profesional de su lucidez. Pero este no es un problema para la profesión o para lo que piensa Fernando Berlín. Pocas personas como él han luchado contra la intransigencia, contra la roña y contra la caspa. Por eso este país necesita a Iñaki Gabilondo: porque si no está él, el espacio será ocupado por una legión de hombres grises que solo cambian de color ante una tabla de Excel.
Ya sabes: con tu experiencia y su capacidad, a montar un medio de comunicación a vuestra medida. Seguro que no necesitáis ingentes cantidades de dinero. Y tendréis la libertad de ser vuestros propios jefes. Gente con talento dispuesta a investigar hay a cientos.
Gracias por la historia bonita, Fernando–espero que no deje la profesión porque seria un gran perdida para España…tuve la suerte y honor de colaborar en HOY el pasado 3 de Noviembre hablando de las elecciones legislativas EE.UU y me impresiono por su entendimiento de la política Americana y su profesionalidad.
Mi pesame a España por la gran perdida con Iñaki!
Gracias Iñaki, Fernando,Sampedro y muchos más que como vosotros haceis dignamente y con honradez la noticia y la profesión, y así los que os seguimos sentimos el respeto a nuestras inteligencias.