¡Que buen Señor!
Hay situaciones en que aunque se maneje la palabra, con cierta habilidad, es el silencio el que tiene la clave. En ocasiones un conjunto de letras hábilmente combinadas dan como resultado una obra brillante. Sin embargo estoy segura de que los grandes maestros han expresado sus sentimientos más intensos, sus momentos más solemnes, a través de los gestos, calladamente, porque incluso a ellos les ha parecido insuficiente el contenido del vocabulario.
Y aunque me guardo lo mejor de mi historia con Fernando Berlín para mis sagrados silencios, sí quiero dar una respuesta a su blog de hoy, echando una ojeada a vista de pájaro a estos diez años de Radiocable: ??Buenos vasallos, porque hemos tenido un BUEN SE?OR?