¿Por qué no hablan?
Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «¿Por qué no hablan los banqueros?, ¿por qué no se explican ante los ciudadanos? Ya sabemos que no es costumbre, ya sabemos que su silencio forma parte del núcleo duro de su doctrina, que no es algo solo formal sino inseparable de su imagen de solvencia. Pero en las actuales circunstancias, deberían asomarse al exterior, aunque les dé vértigo, porque todo lo que está ocurriendo es extraordinario, empezando por el salvavidas que el Gobierno ha tenido que lanzarles.
Cuando se anunció esa medida nos permitimos advertirles que la sociedad se había quedado sorprendida y desconcertada al conocer las debilidades de un sector que anunciaba trimestralmente beneficios de enorme magnitud. Aquella advertencia, que solo pretendía señalar un estado de opinión que, justo o injusto, los bancos deberían tomar en consideración, provocó su enfado, un enfado de aúpa. Pues bien, ya no insistiremos en que, a nuestro juicio, les convendría salir a la palestra y miramos el asunto desde la perspectiva de los clientes y los ciudadanos: ¿no tienen derecho a saber por qué, si los bancos españoles constituyen un modelo -y así se exhibirá en la cumbre de Washington- necesitan ayuda de nuestro Estado?, ¿no tienen derecho a asegurarse de que tal ayuda se utilizará para regar liquidez a empresas y familias y no a cuadrar cuentas internas?, ¿no tienen derecho a saber cuando empezará a ocurrir tal cosa? y, sobre todo, ¿no tienen derecho a escuchar las respuestas de labios de los propios banqueros?, ¿por qué, si es en los bancos donde depositamos nuestro dinero, tiene que ser el Gobierno quien asuma compromisos públicos sobre los bancos? Siempre reclaman confianza, ¿no les interesa inspirarnos confianza a los demás?, Exigen garantías para cuanto hacen, ¿no entienden que los demás las necesitamos también?¿quién puede comprender mejor que los bancos que, en materia de dinero, todas las garantías son pocas, que ellos las exigen y sus clientes las quieren también? Y, finalmente, ¿acaso han olvidado que esta crisis mundial comenzó en la banca y que esa actividad ha perdido prestigio y tiene que reconquistarlo? Necesitamos sus créditos pero ¿acaso es importante para ellos nuestro crédito?, ¿están haciendo lo suficiente para merecerlo?»