¿Que futuro tiene el cine?
El acceso inmediato a los estrenos, desde casa, -gracias a Internet-, los nuevos televisores -cada día de mayor calidad y tamaño-, y la crisis de los derechos de autor -por la piratería y el libre intercambio- hacen que la industria se esté replanteando el concepto de sala de cine como la conocemos.
La gente jóven, además, demanda una experiencia audiovisual completamente diferente. Los gráficos de los videojuegos son cada vez más espectaculares y se acercan más al cine de lo que lo han hecho nunca. Cada vez está más cerca el día en el que un espectador pueda convertirse en el protagonista de la historia.
A día de hoy, el espectador de películas vive una experiencia individual, no colectiva, ¿por qué vivirla en grupo? El cine tenía sentido en la medida que ofrecía películas de estreno, con una calidad irreproducible en una casa. Pero, si todo esto se ha sido cuestionado ¿que futuro tienen las salas?
Leo una noticia, titulada «llegan los cine-games», publicada por ADN, en la que se describe esta convergencia:
«En 2006 116 salas de cine cerraron sus puertas, por lo que muchos locales se reinventan. Así han llegado los cine-games, con partidas de 50 jugadores a la vez, efectos de humo, hasta vibración en los asientos y proyecciones en tres dimensiones. Eso sí, esta nueva iniciativa le sale dos euros más cara al espectador, aunque muchos aseguran que merece la pena.»
No es un asunto menor pues se trata de algo más que una revolución industrial. El asunto tiene que ver con la forma en la que los seres humanos, la gente jóven decide compartir el ocio y convertirse en protagonistas individuales de un entretenimiento colectivo. Sólo queda por saber si en esa sala disfrutarían además las personas que sólo deseen participar como meros espectadores…
Creo que la aparición de nuevas formas de ocio no tienen porque sustituir a las anteriores. Surgió el mismo debate cuando aparecieron lo libros electrónicos grabados en formato CD, se decía que era el final de los códices, sin embargo no ha sido así y cualquier lector disfruta más de un libro en formato de códice que de un libro leido en pantalla. Otro ejemplo que se me ocurre es la aparición del cine, también se pensó en su tiempo que acabaría por sustituir al teatro, pero no ha sido así, el teatro te permite disfrutar de matices que el cine no te ofrece. A los que nos gusta disfrutar de la actuación de los actores nos gusta el teatro, en mi caso incluso más que el cine. Y por muchos adelantos que haya, nunca es lo mismo ver una película en pantalla grande que en tu casa, aunque tengas el home cinema. Creo que la tecnología nunca ha hecho desaparecer las otras expresiones, el vídeo no mató a la estrella de la radio, ahí te tiene a tí.
Saludos!
Raquel está en lo cierto. Pero los inconvenientes del cine son los que se levantan al baño, el niño que llora, la embarazada que proclama que si la película es muy sangrienta quizá se ponga de parto, el matrimonio que hace años que no asiste y se ríe por cualquier cosa, la pareja de amigas que no para de hablar, y a quien tienes que llamar la atención, pese a que sean 15 años mayores, …
Ir al cine es una forma muy común de socializar: ¿quién en alguna de sus cinco primeras citas con una persona no ha ido al cine?
Voy cada vez menos. Sólo para películas que me interesan de verdad o cuando estoy de vacaciones. Creo que ya hace dos años que no veo más de tres películas cada 12 meses. El cine seguirá existiendo, sí, pero quizá el número de multisalas descienda, o la producción de películas. Bajarse las películas de Internet tampoco ayuda a llenar salas.
A los comentarios de Raquel, añado también el hecho de que, cada vez más, los videojuegos adoptan el formato de minipelículas.
El otro día escuché una conversación interesante: un amigo le decía a otro que las películas han de buscarse innovaciones para los estrenos de cine, como las películas en tres dimensiones, para que la gente acuda a las proyecciones, porque si no se quedarán en casa, a verlas poco después del estreno en pantalla panorámica y Dolby 5.1.
Por último, quisiera decir que tal vez la asistencia al cine sea mayor en países con una ciudadanía más respetuosa con los demás. Y con esto me refiero a lo que he comentado del comportamiento de algunos espectadores en el cine. Sería interesante conocer cuántos espectadores asisten al cine en países que se consideran más civilizados que éste. Desde luego, yo asistiría más sin la embarazada que no sabe que va a ver una película de guerra a espadazo limpio y sin las cuarentonas murmuradoras.