El periódico italiano Il Foglio se detiene en la campaña electoral española con una sorprendente revelación: �??Zapatero no ha ganado todavía, pero el PP ya piensa en sustituir a Rajoy�?�, titula.

�??Se especula sobre quién podría sustituir a Rajoy, si resultase derrotado por segunda vez. Los papables son tres: Rodrigo Rato, Esperanza Aguirre y Ruiz Gallardón. Este aspira a saltar de la administración local al liderazgo nacional y está estudiando para convertirse en el W (Walter Veltroni) español (de centro-derecha). Por otra parte, los dos se conocen y se estiman. Ruiz Gallardón cuenta con muchos amigos en las filas opuestas y con muchos enemigos en las suyas. Era íntimo amigo del poderosísimo Jesús de Polanco, propietario – hasta su reciente fallecimiento �?? del grupo editorial Prisa, caja armónica del Psoe. Y es gran amigo del ex ministro socialista de Justicia, José Bono. En cambio, entre los simpatizantes socialistas, y sobre todo en la emisora de los obispos, la muy seguida Cope, muchos lo detestan. Ruiz Gallardón se ha construido a lo largo de los años una imagen de centrista; se opone a su colega de partido Aguirre; reconoce el peso que el atentado del 11-M tuvo en la derrota del PP, pero ha sido el que más ha criticado los errores del partido; sostiene ser el último japonés del candidato a presidente, pero todos saben que quiere estar al lado de Rajoy para asestarle con menos trabajo el golpe de gracia en caso de derrota�?�.

�??Zapatero, por su parte, se frota las manos y subraya que en el PP la fila para obtener el puesto número dos es más larga que la de los aspirantes al número uno. Ruiz Gallardón disimula intenciones ambiciosas, pero está preparado a un reto feroz, teniendo en su haber la victoria en cuatro elecciones consecutivas�?�.