El periodista francés Jean Jacques Bozonnet publica un texto en Le Monde con ese titular y se pregunta �??¿Quién puede tener el descaro de atacar la imagen tan positiva y dinámica de Barcelona, �??marca�?? trabajada desde hace dos decenios gracias a las mejores técnicas de la mercadotecnia mundial?. El texto se refiere al daño que hacen a la ciudad los últimos casos de corrupción:

«Solamente algunas voces aisladas se levantaron durante los últimos años para enturbiar la euforia y recalcar la diferencia entre el mito trasladado al exterior y la realidad vivida por la población. Barcelona vive sus horas bajas ya que la actualidad le recuerda el riesgo evocado por los intelectuales de ver la ciudad �??morir por su éxito�?? tras haber sido promocionada como �??un producto de consumo�??. Frente al descrédito, la prensa local hace un llamamiento a la movilización de las instituciones culturales para crear �??una marca Rambla�??. Pero es suficiente con remangarse para reparar en los estragos colaterales de un turismo excesivo, aunque los atentados a la imagen Barcelona son más graves cuando proceden del interior�?�.

�??Este otoño, un escándalo ha alcanzado el Palau de la Música catalana. […] No solamente el descendiente de los fundadores del Palau de la Música ha metido mano en la caja para su beneficio, sino que se han visto salpicados miembros de Convergencia i Unió, derecha nacionalista, a través de su fundación, dejando entrever un engranaje de subvenciones y de devolución de favores�?�.

�??El sentimiento de malestar ha aumentado los últimos días con la detención, a petición del juez Baltasar Garzón, de ocho políticos, empresarios y funcionarios de alto nivel de Cataluña […]  Ya es oficial: se han franqueado las fronteras de lo que las élites locales definieron durante mucho tiempo como �??el oasis catalán�??�?�.