Garoña: Descorcharé champagne pero no brindaré por el gobierno
Esta noche se puede descorchar una botella. Pero no se puede brindar por el gobierno.
El Presidente se ha equivocado. Se cierra una Central Nuclear, pero el compromiso electoral se situaba en el 2011, no en el 2013, y las piruetas dialécticas, el juego de los cubiletes, no pueden ocultar esa inexorable realidad. Y solo el tiempo dirá si se cierra de verdad o no. Mientras, cada día que pasa, siguen acumulándose residuos. Especialmente en una central que por su antigüedad tecnológica los produce a gran velocidad. Es un asunto de ética: nuestro consumo eléctrico condena a cientos de generaciones.
El mundo está lleno de matices y explicaciones, claro, pero necesita símbolos. Es una oportunidad que ha perdido el gobierno de Zapatero.
La decisión además, no puede ser explicada de forma técnica, porque cada argumento puede ser contestado por las partes y de forma solvente. Se podría mostrar la lista de fallos y de perforaciones de la Central. Se podría hablar de las cifras de importación/exportación de energía eléctrica, o de los volúmenes de residuos generados y su duración. Se podría hablar incluso del empleo real que genera. Pero como hemos dicho otras veces este no puede ser un debate técnico. Es un debate político que tiene que ver con el tipo de mundo que queremos construir, sobre las responsabilidades que tiene cada ciudadano en el consumo energético.
«El poder no me va a cambiar»
Es un debate, como dije ayer, que ha examinado al Presidente frente al ??No nos falles?, que se le repitió en la puerta de Ferráz el día que ganó las elecciones. La decisión determina si aquello era solo un ingenuo anhelo de personas desencantadas con los políticos, o de si en efecto el presidente representaba una nueva forma de entender la relación con los votantes.
Esta noche descorcharé una botella. El anuncio del cierre de una Central Nuclear en el mundo siempre lo merece. Pero hoy no se puede brindar por el gobierno.