Desunión
Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Tenemos un problema, un gran problema: la desunión a propósito del terrorismo está llegando a extremos desoladores. Hoy, al cumplirse el décimo aniversario del asesinato del concejal sevillano Alberto Becerril y su esposa, obra de ETA, se han producido escenas como esta; la familia de los asesinados y sus reproches al alcalde, socialista…
Esto es muy triste, pero hemos de añadir: y muy injusto, y muy inducido, y trabajado con demagogia para construir un relato de buenos y malos que está haciendo un daño incalculable, y que no se sostiene en la razón. Cuando el matrimonio fue asesinado gobernaba el PP, pero nadie reprocha nada al PP (y así debe ser). Los que gobernaban cuando fueron asesinados son recibidos con aclamaciones por familiares y amigos de la familia. Los actuales gobernantes, que no tenían ninguna responsabilidad, se han convertido en el chivo expiatorio. Cuando gobernaba el PP, ETA mató a 86 personas; 25 en su primera legislatura y 43 en la segunda. Y los islamistas radicales a 192 en el 11M. Sin embargo, el PP alardea de haber ganado la batalla a los etarras. Cuando gobierna el PSOE, ETA ha matado a 4. Y el PP le acusa de fracasar en la lucha antiterrorista. Las víctimas del terrorismo con más fuerza simbólica son el asesinado Miguel Ángel Blanco y el secuestrado Ortega Lara, ambos víctimas de ETA cuando gobernaba el PP. Y el PP los considera sus trofeos. Zapatero no tiene, por suerte para todos, demasiadas víctimas que exhibir. Pero eso no le sirve para acreditar eficacia. La eficacia, al parecer, no tiene que ver con el número de muertos. Es algo que uno decreta, luego hay que repetirlo muchas veces. Mayor Oreja se hizo querer por su actitud en los funerales, los muchos funerales a los que tuvo que asistir. Rubalcaba no tiene apenas funerales en los que mostrar su pesadumbre. ¿No deberíamos preguntarnos dónde se demuestra la eficacia antiterrorista? ¿En los funerales? ¿En las manifestaciones? ¿O impidiendo atentados?. La unidad que añoramos será imposible mientras no se recupere la racionalidad, y es urgente hacerlo.»