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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

La Casa Real ha contado siempre con un cierto grado de beneplácito, pues raras veces se ha posicionado en asuntos de  politiqueo. Así que, tanto los de un partido, como los del otro, han convivido con ellos, sin sobresaltos…y ellos pues con comodidad.

Pero la Reina española irrumpió el otro día en la polémica de los Falcon, y por añadidura en la campaña electoral. Alguien debió aconsejar a Sofía que predicara con el ejemplo, y allí que se plantó en un vuelo de bajo coste. La noticia, sospechosamente, se filtró rápido.

Eligió Ryanair. Y la empresa, que no tiene un pelo de tonta y llena los tanques de avión con demagogia, ha lanzado una campaña de publicidad en los grandes diarios tal que así:

Por parte de la Casa Real, el error es mayúsculo. Ya que se ponen en el disparadero, los ciudadanos nos preguntamos: ¿cuantas veces ha viajado la Familia Real y sus amigos en aviones del éjército? ¿Siempre que lo han hecho se ha tratado de actividades de Estado? ¿Han utilizado aviones militares para acudir a fiestas o a eventos sociales? ¿Deberíamos tener derecho los ciudadanos a conocer esos detalles, puesto que somos quienes lo pagamos?

Por parte de Ryanair, se hace un uso demagógico del asunto más sucio de la campaña electoral. Y publicidad han conseguido. Dicen que donarán 5.000 euros a una Institución benéfica que ella elija. Si yo fuera ellos me los guardaría porque como cuenta EL PAIS, la compañía ya  fue condenada en febrero de 2008 a pagar una indemnización de 60.000 euros al presidente francés, Nicolás Sarkozy, y su esposa, Carla Bruni, que demandaron a la compañía por el uso de su imagen en una publicidad.

La Casa Real ha aterrizado en el bonito mundo de la política, pero ha elegido una compañía de bajo coste para hacerlo.  No es muy glamuroso, no.

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