Entregan firmas pidiendo la nacionalización de las cajas
Un grupo de representantes del Movimiento Social ATTAC entregó el pasado 21 de julio de 2010 en el Congreso de los Diputados, un primer lote de 6.000 firmas en apoyo de su propuesta de nacionalización de las Cajas de Ahorros. La ONG defiende la necesidad de contar con una banca pública para no estar «sometidos a la dictadura» de los mercados y considera que en España el primer paso debería ser nacionalizar las cajas.
ATTAC cuenta en esta campaña con el apoyo los políticos de Izquierda Unida Gaspar Llamazares y Sara Díaz, asi como de los los sindicalistas de USO Marisa Palomero y Santiago González. Las 6.000 firmas entregadas en el Congreso de los Diputados fueron recogidas durante las últimas tres semanas, entre los socios y simpatizantes del Movimiento ATTAC. Se puede firmar en su web y a partir de septiembre, tienen previsto organizar una recogida de firmas en colaboración con otros colectivos.
El movimiento defiende que la mayoría de las cajas de ahorros se encuentran actualmente próximas a la quiebra técnica, y «antes que el Estado proceda a su salvamento con fondos públicos como se propone, ATTAC considera que es una ocasión histórica de recuperar su titularidad y gestión publicas y dar pasos efectivos hacia la recuperación una banca pública cada vez más necesaria.»
Juan Torres, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla y miembro del Consejo Científico de ATTAC explicó en radiocable.com que España «no necesita una reforma laboral, sino una reforma financiera». El Movimiento ATTAC lleva más de diez años denunciando la progresiva financiarización, sin ningún tipo de control, de las relaciones económicas. Un sometimiento a unos ??mercados?, y los mercaderes que los manejan, totalmente ajenos a la economía real, que está conduciendo al empobrecimiento de la gran mayoría de la población.
ATTAC es consciente de que su propuesta de nacionalización de la banca es en este momento puramente testimonial, dada la correlación de fuerzas políticas y sociales, y de la inclinación de la inmensa mayoría de los gobiernos de los Estados, incluidos los que se autodenominan socialdemócratas, a las peticiones, incluso a las meras sugerencias, del poder financiero. Pero defienden la necesidad de informar de que hay otras formas de entender las relaciones económicas.