15-m y #spanishrevolution : El mayor experimento político en España
Ayer la asamblea de Sol tomó la decisión de levantar la acampada el domingo día 12. Se hizo por consenso en una reunión multitudinaria, compleja, donde afloraron diferentes visiones, lo que llegó a ser agotador. Las palabras consenso y disenso fueron tan repetidas que en ocasiones resultaba hilarante. Finalmente pasadas las doce de la noche se cerró esa conclusión: el 12 se levanta y quienes quieran quedarse deberán proponer fórmulas.
El resultado no fue muy diferente a la iniciativa que planteaba el equipo de legal cuando empezó la asamblea -y que había sido elaborada junto a otros grupos de trabajo-, y sin embargo se introdujeron algunos matices y se escuchó a los que querían aportar su visión.
Más allá de la decisión de levantar la acampada o no, e incluso de que esa decisión llegara a la asamblea prácticamente tomada, hay aspectos sobre la forma en que se discuten las decisiones allí muy interesantes.
Sol y en general el movimiento del 15M están resultando un experimento de antropología política francamente interesante que debería ser objeto de estudio.
El hecho de que la acampada se marche, reduzca, o transforme, no significa que el movimiento está desinflándose, más bien al contrario. La acampada ha logrado dos importantes conquistas: visibilidad y coordinación.
Cientos de personas se reunen ahora silenciosamente y desde hace semanas articulando grupos de trabajo y de debate político. No hacen ruido, no se les ve, pero están allí, planteando acciones. De las acampadas por todo el país y de su impacto mediático global ha surgido un colectivo suprasindical, antes disperso, que ahora ha quedado vinculado por internet en listas de correo, grupos de twitter, seguidores de redes sociales, etc…
Es decir que hoy miles de ciudadanos indignados (solo en el grupo de facebook hay mas de 400.000) están en contacto y dispuestos a coordinarse en caso de movilizaciones. Eso, en sí mismo, es todo un éxito : la mejor base de datos, la red social de descontentos más amplia de la historia de este país, si exceptuamos la lista del paro en la que dificilmente unos pueden entrar en contacto con los otros.
Respecto a la toma de decisiones a mi me llamó especialmente la atención lo farragosas que pueden a ser algunas asambleas, especialmente cuando asiste tanta gente. Sin embargo el objeto de una asamblea no es necesariamente la agilidad, sino que todo el mundo pueda aportar un punto de vista y enriquecer la decisión final. Una de las normas más edificantes, por ejemplo, es que uno no se puede oponer a una iniciativa sin más, salvo que ofrezca una alternativa. Convendría de todas formas abrir un debate paralelo sobre los propios procedimientos pues un poco de agilidad evitaría las cesiones por agotamiento, como sospecho que ocurrió ayer.
En definitiva. La democracia parecía hasta hace un mes un mecanismo moderadamente eficaz pero, pese a las creencias interesadas, también es un ente vivo que tiene deficiencias. El tiempo pasa, las necesidades de los pueblos y sus costumbres se transforman y por tanto parece lógico que también lo hagan los mecanismos de articulación social. La gente quiere participar y por eso resulta formidable el experimento político al que está asistiendo la sociedad española. Quizá sea el medicamento que necesita el sistema político en el que vivimos.
Me parece bien que se levanten los campamentos aunque ciertamente se pierda visibilidad en esta sociedad de los medios en la que si no sales en la televisión no existes. En cualquier caso, Internet y las redes sociales mantienen unido con una fuerza, espero que irrompible, el movimiento.
Por otra parte, sean bienvenidas iniciativas como la manifestación del próximo domingo 19. Somos muchos los indignados y animo a todos a acudir.
Y finalmente, a propósito de las propuestas de los indignados, me pregunto: ¿por qué no un trámite de urgencia para mejorar la ley electoral? Pues bien, si llegadas las próximas elecciones generales los políticos de los partidos mayoritarios no se hacen eco de tanta indignación ciudadana, acudamos a votar NULO, somos tantos los indignados, más de 5.000.000, que el VOTO NULO puede conseguir MAYORÍA ABSOLUTA.
Y aquí tenéis mi propuesta para las elecciones generales (se entiende para el Congreso pues el Senado debe desaparecer):
* Circunscripción única.
* El voto en blanco participa del reparto de escaños (escaños vacíos).
* Si el porcentaje de escaños vacíos supera un mínimo establecido entonces los partidos mayoritarios están obligados a convocar referendos que atiendan las propuestas ciudadanas que serán debidamente canalizadas.
* Reparto de los escaños directamente proporcional a los votos conseguidos sin ninguna limitación de porcentaje mínimo, simplemente por truncamiento al entero menor más próximo.
* Y los escaños restantes se reparten mediante el sistema D??Hondt.
* Y finalmente, reparto de los escaños conseguidos por provincias.
* Un candidato no debe repetir más de dos legislaturas y un partido político no debe repetir más de cuatro. La ley debe forzar la alternancia.
Entre todos podemos.
Y ahora Esperanza Aguirre parece hacerse eco del cambio de ley electoral propuesto por el movimiento de ciudadanos indignados y ha planteado listas abiertas pero sin concretar su propuesta. Un sistema similar a la elección de los senadores pero con matices. ¿Cuáles son esos matices?
Aprovecho para insistir en la innecesaria existencia del Senado.
Animo al PSOE, y por supuesto al PP, a hacer lo propio en el Parlamento español. ¡Por una mejora de la ley electoral ya! Si no nos escuchan utilicemos el sistema para cambiarlo, votemos NULO en las próximas elecciones generales. La noche electoral de las reflexiones nuestros políticos empezarán a comprender la profunda esencia del movimiento de ciudadanos indignados.
Lamentablemente hay muchos políticos, especialmente de los partidos mayoritarios, y periodistas que asocian el movimiento con los grupos antisistema y no se han enterado todavía que el movimiento es un ejemplo de democracia cultivada.
Entre todos podemos.