En España hay una guerra cultural y una «amabilidad democrática con el franquismo», que se ha vuelto a ver tras la Dana de Valencia, que hace que se conviva y se tolere a la extrema derecha. Y parte de la respuesta podría ser que «alguien culturalmente le pegue un tortazo a este país y lo despierte». Es lo que defiende Emilio Silva, presidente de la ARMH en el programa La Cafetera de Radiocable.com donde resalta la llegada a los cines de la película «Marco» sobre, Enric Marco el impostor que se hizo pasar por un superviviente español de los deportados de campos nazis en la Segunda Guerra Mundial. Pero enfatiza: «sociológicamente es curioso que se haga una película sobre él y nunca se haya hecho ninguna sobre los miles de fascistas, impostores de nuestra democracia» o sobre los desaparecidos.

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Emilio Silva denuncia la «amabilidad democrática con el franquismo» que sigue existiendo en España y que se ha  que se volvió a manifestar tras la Dana en Valencia con por ejemplo los elogios al desvío del Turia que hizo la Dictadura en los años 60. Y añade que esto deriva además en una «tolerancia con la extrema derecha». En este sentido asegura: «Si lo que ocurrió el otro día en Paiporta con Pedro Sánchez hubiera sido en Alsasua, hubiera habido en la Audiencia Nacional, tres autobuses de gente haciendo cola para declarar delante de un juez».

Pero el presidente de la ARMH sostiene que toda la lucha cultural que se está dando en España permite esa amabilidad democrática con el fascismo y que se siga conviviendo con él. Y pone como ejemplo, la película «Marco», que se estrena este 8 de noviembre, sobre el presidente de la Asociación Amical de Mathaussen de deportados, que en 2005, gracias al historiador Benito Bermejo, se descubrió que nunca había estado en ningún campo de concentración y fue un impostor se había inventado todo. Enfatiza: «Yo tengo muchas ganas de verla, pero sociológicamente es curioso que se haga una película en España con buena producción sobre este impostor y nunca se haya hecho ninguna sobre los miles de fascistas, impostores de nuestra democracia. Nadie les ha señalado».

Menciona como ejemplo, el caso de Manuel Fraga, pero subraya que en España «hay una pelea por el significado del pasado». Y en esa lucha cultural considera que no ha habido aún una buena película sobre los desaparecidos de la Dictadura o los perpetradores de estos crímenes: «Es patológico que en 50 años, no hayamos tenido una producción cultural que denuncie eso… Y nos hable de nosotros mismos y de esas incapacidades que tenemos. Yo sueño con que algún día, alguien culturalmente le pegue un tortazo a este país y lo despierte… pero hay gente que quiere que siga dormido».


[Intervención completa de Emilio Silva]

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