Aborto: una buena ley y una mala explicación
[20-5-2009] Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «El Gobierno acertó al reformar la ley del aborto, pero no para de meter la pata al explicar dicha reforma. A Bibiana Aído le atropelló un titular aparatoso (a las trece semanas un feto es un ser vivo pero no un ser humano) pero no deja de ser una frase en el marco de un debate científico y moral en el que el mundo entero lleva años sin ponerse de acuerdo. Peor ha sido lo del presidente, porque ha pisado con torpeza la mina más explosiva de la ley. El derecho a abortar desde los dieciséis años. Utilizó Zapatero unos términos desafortunadísimos: «las chicas han de decidir sin la interferencia de los padres», dijo. Estupor general, confusión incluso entre los suyos, y munición gratis para quienes ya estaban en guerra. Porque, vamos a ver, ¿cómo va a querer alguien que una chica de dieciséis años, en una situación tan delicada, no busque el consejo y el amparo de sus padres?. Si lo que la ley dispone es que la mayoría legal sanitaria, que ya es ahora de 16 años, se extienda también a los casos de aborto, subráyese esto. Y recuérdese que hoy una chica de esa edad puede decidir si se le hace o no una operación a corazón abierto o se le amputa una pierna. Ahora bien ¿no es deseable que estudie los pros y los contras con sus padres, lo piensen juntos y lo lloren juntos, aunque en caso de discrepancia tenga ella la ultima palabra?. Destáquese, pues este su derecho a la ultima palabra, pero sin que parezca que se expulsa a los padres. Todo lo contrario. En el trámite parlamentario, esto se debería afinar. Pero lo peor de ese comentario de Zapatero es que parece invitar las chicas a jugar por libre, lo que, sumado a la píldora del día después sin receta, suena a banalización del sexo, que es justo lo contrario de lo que la ley pretende. Así pues, una buena ley y una mala explicación. Y no se olvide que, en política, lo bueno mal explicado pasa a ser malo. Porque el mensaje que importa no es el que se emite sino el que se recibe.»