Activistas llevan la lucha contra la crisis climática a la cultura y los museos pero el debate se vicia
Sopa de tomate contra un Van Gogh, puré de patatas contra un Monet, manos pegadas a un Picasso o pasteles contra la figura de cera de Carlos III son las formas elegidas por diversos ecologistas en todo el mundo para intentar llamar la atención sobre la emergencia climática y la inacción de los gobiernos apuntando a obras de arte. De momento, este nuevo activismo basado en el eslogan «vida por encima del arte» está logrando acaparar titulares y generar un gran debate… aunque no precisamente sobre la necesidad de actuar para frenar el cambio climático y evitar los impactos más devastadores, sino más bien sobre los límites del activismo.
JUST STOP OIL SUPPORTERS CHOOSE LIFE OVER ART
Human creativity and brilliance is on show in this gallery, yet our heritage is being destroyed by our Government’s failure to act on the climate and cost of living crisis.#VanGogh #FreeLouis #FreeJosh #CivilResistance pic.twitter.com/gXXGLsi0ej
— Just Stop Oil ⚖️ (@JustStop_Oil) October 14, 2022
We make this #Monet the stage and the public the audience. If it takes a painting – with #MashedPotatoes or #TomatoSoup thrown at it – to make society remember that the fossil fuel course is killing us all: Then we’ll give you #MashedPotatoes on a painting! pic.twitter.com/HBeZL69QTZ — Letzte Generation (@AufstandLastGen) October 23, 2022
El pasado 14 de octubre, dos jóvenes del movimiento Just Stop Oil lanzaron sopa de tomate contra el cuadro «Los Girasoles» de Van Gogh. Nueve días después, activistas alemanes, de otro colectivo Letzte Generation (Última generación), han estampado puré de patatas contra la obra «Les Meules» de Claude Monet en un museo alemán. Han sido las dos acciones de protesta climática más visuales y que más repercusión y altavoz mediático han tenido, pero no han sido las únicas.
Dos personas pegaron, el 9 de octubre pasado, sus manos en el cuadro «Masacre en Corea» de Pablo Picasso en un museo de Melbourne y este 24 de octubre, de nuevo dos activista de Just Stop Oil han lanzado pasteles contra la figura de cera del rey Carlos III en el museo Madame Tusseauds de Londres.
BREAKING: JUST STOP OIL CAKES THE KING
Two supporters of Just Stop Oil have covered a Madame Tussauds waxwork model of King Charles III with chocolate cake, demanding that the Government halts all new oil and gas licences and consents.#FreeLouis #FreeJosh #A22Network pic.twitter.com/p0DJ8v3XVB
— Just Stop Oil ⚖️ (@JustStop_Oil) October 24, 2022
Cuatro actos en museos y contra obras de arte con un mensaje: «¿Qué tiene más valor? ¿El arte o la vida? ¿Qué preocupa más, la protección de un cuadro o la de nuestro planeta y las personas?» La dos activistas del Van Gogh han explicado sus motivos y sus reclamanciones.
«We’ve tried every single other action.» Many people were outraged by these @JustStop_Oil activists’ decisions to smear tomato soup on a glass-covered Van Gogh. AJ+ spoke to the activists. Here’s their side of the story. pic.twitter.com/jLIO3dZJuM — AJ+ (@ajplus) October 18, 2022
Y si el objetivo era llamar la atención de los medios y la opinión pública, parece evidente que los activistas han tenido un gran éxito. Han generado además un gigantesco debate. Ahora bien los temas que se han instalado y domina las discusiones tras sus acciones de protesta contra obras de arte, no se centra tanto en la necesidad de actuar contra la crisis climática sino más bien sobre el activismo. Y hay opiniones para todos los gustos.
Tirar mierdas contra Van Gogh y Monet: ¿Por qué le llaman «activismo» climático? Nunca estuvo tan clara una campaña sucia contra el ecologismo.
— manuel rivas barrós (@Rivasbarrs) October 23, 2022
POR QUÉ SÍ ESTOY DE ACUERDO CON MANCHAR UN VAN GOGH CON TOMATE
O UN MONET CON PURÉ DE PATATAAlgunos apuntes al respecto, como activista
https://t.co/DQzjvRMAAH— Belén (@erica_arborea_) October 23, 2022
Luchamos contra la crisis ecosocial capitalista, entre otras cosas, para que dentro de doscientos años quede alguien que sepa quién fue Monet y le importe más preservar su obra que usarla como leña para calentarse en una hoguera.
— César Rendueles (@crendueles) October 24, 2022
Echarle sopa a la pintura de Van Gogh sólo fue marketing @_Bitya explica cómo el activismo blanco hace la diferencia a la hora de realizar acciones directas, pues si te detienen te pagan la fianza.
Pero los activistas racializados son torturados, desaparecidos o asesinados. pic.twitter.com/GR08KPKghR
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) October 23, 2022
A propósito de la protesta con sopa de tomate contra un cuadro de Van Gogh, me gustaría mostrar algunos ejemplos de que el arte es un aliado en la lucha contra la crisis climática y explicar por qué creo que este tipo de «ataques», aunque inocuos, no son buena idea.
VA HILO: pic.twitter.com/1bdFq2ozkD— Antonio Martínez Ron (@aberron) October 20, 2022
Hay pocas obras de arte que inspiran tando como Le Meules de Claude Monet. Poder verla es un privilegio. Rociar con pintura o puré estas maravillas con la excusa de la lucha contra el cambio climático para llamar la atención es una verdadera barbaridad https://t.co/9xTfb9BuVe
— Sandro Pozzi (@sandro_pozzi) October 23, 2022
¿Cuánta gente creéis que sabe que el cuadro de Monet, como el de Van Gogh, tiene un cristal?
Por los comentarios parece que pocos saben que no buscan destruir sino hacer pensar sobre si importa más la destrucción de un cuadro o la destrucción del planeta https://t.co/MmkYQQEVNk— Scarlett (@Scarlett_GJ) October 23, 2022
Lo de la patata a #Monet o lo del tomate a Van Gogh es, aunque en ningún caso se hayan dañado los cuadros, horrible visualmente y una acción que dudo que sea útil. Pero antes de quedarte en el puro desprecio y pasar a otra cosa, mira este hilo https://t.co/sX5H07GE0y
— Javier Peña | Hope (@hope_enpie) October 23, 2022
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