Alberto Garzón en La Cafetera | “Todos hemos cometido errores, pero no es momento de pasar facturas” | Podcast

El ex ministro y ex líder de IU valora la dimisión de Yolanda Díaz y la posibilidad de la unidad en la izquierda en esta entrevista en La Cafetera de Radiocable.com. Abordamos si el mantra de la unidad ¿es un mito? ¿y cómo se pueden juntar diferentes culturas políticas en torno a un objetivo común? La izquierda francesa negocia una candidatura conjunta para las legislativas. La Francia Insumisa, los socialistas, los verdes y los comunistas tratan de crear un “nuevo Frente Popular”. Pero en España, la izquierda se queda al borde de la implosión tras el movimiento de Yolanda Díaz abandonando la dirección de Sumar.

Como cada martes hablamos también con Juan López de Uralde, ex director de Greenpeace y ex diputado de Podemos que además de enfatizar el riesgo que supone un nuevo mes batiendo su récord de temperatura, se moja en la crisis de Sumar y sobre la tensión con Podemos: «Los mismos que ahora tocan trompetas de unidad, hace un año callaron ante lo que estaba ocurriendo, ha habido una parte que ha tratado de eliminar a la otra parte». Y en la Sobremesa abrimos debate:  Alemania, Austria y Bélgica permiten votar a los 16 años, ¿debería hacerlo España?

Alberto Garzón considera que la renuncia de Yolanda Díaz es «la constatación de que no se logró el objetivo, marcado en 2021 tras cederle Pablo Iglesias el liderazgo del espacio que representaba Podemos, de corregir la tendencia que hizo que pasáramos del 23% de apoyo que se alcanzó en 2016 al 10% que marcaban las encuestas en 2021. La solución que propuso Yolanda y que compartimos muchos, fue intentar el reencuentro con muchas izquierdas que se habían ido fragmentando de Unidas Podemos». Añade que el proyecto fue un éxito porque se logró la candidatura unitaria para las generales de 2023 y se consiguió revalidar el gobierno de coalición. «Si hubiera habido dos candidaturas, hoy gobernarían la derecha y la extrema derecha» apunta, aunque subraya que «inmediatamente y, con un terreno que ya era muy complicado, se fragmentó».

«Sumar pretendía ser una pista de aterrizaje para que nos reencontráramos mucha gente que habíamos participado en Unidas Podemos» asegura. Y enfatiza: «Desde 2016, ha habido varias fragmentaciones políticas en la izquierda y también un desánimo social que ha desembocado en que en las europeas de este 9 de junio, el espacio político representara al 8% de los votantes cuando en 2015 y 2015 superaba el 20%. Ese es el verdadero debate político: cómo el espacio político a la izquierda del PSOE ha tenido un desgaste electoral y cómo se puede abordar».

El ex ministro de Consumo aboga por no pasar facturas para ser útiles: «Creo que estamos en un momento de no pasar facturas. Todos hemos cometido errores. Yo tengo mi propia versión y agravios, como todos en esta década tan intensa. Pero nada de todo esto debe ser un obstáculo para construir un instrumento que la gente sienta que mejora la vida de las familia. Si entramos ahora en una dinámica de quién ha sido más responsable y de qué, y de pasar cuentas o pedir facturas, seremos profundamente inútiles».

Garzón niega que Sumar se concibiera como un mecanismo para matar a Podemos: «Para mi, y me consta que para Yolanda al principio también, siempre fue el espacio para reunificar a todos los fragmentos de la izquierda. Muchos de los cuales había sido parte de Podemos y se habían escindido. Y ahí estuvo una de las dificultades importantes.» Señala que por motivos humanos y tras una ruptura traumáticas era difícil que estos elementos que se reincorporaran: «conseguirlo siempre fue el objetivo, «pero ahí surgieron muchas resistencias, muchos obstáculos, muchos que cometimos por el camino» y resalta que finalmente no se logró el reencuentro con las izquierdas que se escindieron de Podemos en 2016.

Pese a todo, el ex líder de IU considera que sigue siendo necesario buscar ese espacio común «probablemente con otros liderazgos, otra gente y otros planteamientos» para luchar con el desánimo entre los votantes de izquierda, cansados de estas divisiones y dinámicas. Pide calma y templanza en la búsqueda del nuevo liderazgo de Sumar: «Todos tenemos heridas», aunque cree que estas sí se pueden curar «por mi propia experiencia, sé que se puede, aunque no siempre es al 100%» y recuerda lo que sucedió con la unificación de IU en Podemos.

Enfatiza que: «Buscar la unidad siempre vale la pena. No es la panacea, pero la unidad es un instrumento. Hay que construirla con mucho cariño y cuidado. Es una condición necesaria, pero no suficiente. Te proteges incluso de las leyes electorales y sobre todo te permite conectar con la población.» Pero sostiene que Sumar sigue siendo un instrumento válido.

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