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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

Uno de los episodios más bochornosos e impertinentes de este país lo protagonizó José María Cuevas en el año 2000, siendo presidente de la CEOE. España se encontraba en plena campaña electoral y Joaquín Almunia (PSOE) se postulaba para presidente del Gobierno. En un intento por acercar su programa político a la clase empresarial, Almunia participó en un almuerzo-reunión con 100 empresarios. Cuando el café y la copa empezaban a asomar en la mesa, Cuevas decidió poner la guinda:

«…Empiezo a dudar de que usted mismo se crea que va a ser presidente del Gobierno (…) Déjese de milongas, señor Almunia. Si realmente quiere gobernar díganos qué coño piensa hacer con el Tribunal de Defensa de la Competencia».

Fue un golpe de gran repercusión, en toda la línea de flotación, en plena campaña electoral.

Como ha ocurrido otras veces en la CEOE las cualidades de gestión de Cuevas eran bien discutibles. José María Cuevas, el hombre que llevaba 16 años al mando de la patronal, hablaba de oidas. Por supuesto no había hecho una empresa nunca. Eso sí, la política no se le daba nada mal. Unos años antes…

«…Cuevas y la plana mayor de CEOE  -contaba el periódico EL PAIS- fueron invitados a La Moncloa sólo seis días después de la llegada de Aznar a su nueva residencia. E, inmediatamente, tres hombres de Cuevas, Cristóbal Montoro, José Folgado y Julio Sánchez Fierro, pasaron a ocupar secretarías de Estado: los dos primeros en Economía y Hacienda, el tercero en Trabajo. Después entraría, como secretaria de Estado de Comercio, Elena Pisonero, procedente, como Montoro, del Instituto de Estudios Económicos. El 12 de mayo fue la foto en Moncloa y dos días después Cuevas acusaba al anterior Gobierno, al del PSOE, de haber «prostituido» la protección social, de «generar corrupción» y de haber creado «un campo abonado a la venta de favores políticos«.

Pues eso, el tipo que hablaba de «un campo abonado a la venta de favores políticos», era el encargado de labrarlo. Y de aquellos polvos estos lodos.

Por eso cuando uno habla de pactos sociales y de la necesidad de negociar con la CEOE, de escuchar a la empresa y a la economía, algunos ciudadanos nos preguntamos ¿no es igual negociar directamente con el PP?

PD. Dedicado a otro de los grandes: El Presidente de las Cajas de Ahorro que no dudó ayer en sugerir «elecciones anticipadas» en lugar de estar dando explicaciones y pidiendo disculpas por la actuación de las Cajas.

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