Alterglobalización: que pasen los que saben
De los análisis de estos días en torno a la crisis, la invitación más seductora llega a través de Iñaki Gabilondo: «prestemos atención a los grupos alterglobalización». Escuchémosles. Llevaban tiempo advirtiendo de la que se nos venía encima, predicando en el desierto. Hay que hacerles caso, fundamentalmente, porque, como explica Gabilondo, ya nunca vamos a volver a donde estábamos. Necesitamos prever el nuevo destino pues el tren ha abandonado la estación para siempre.
En efecto, es cierto. Cada país se inventó su propia mentira. EEUU sus hipotecas basura, sus operaciones piramidales, sus calificaciones engañosas, mientras que otros paises instalaron proteccionismos más propios del siglo pasado. Aznar, por ejemplo, consiguió reducir el paro de un 22% a un 11% en poco tiempo gracias, fundamentalmente, al sector del ladrillo. Se creó una burbuja y se idolatró a Ponzi. No fue un milagro español, fue una operación de maquillaje. Se ahorró en protección social y en mecanismos de emergencia y no se tuvo en cuenta ni la revolución de los transportes, ni las migraciones sociales, ni la revolución de las comunicaciones, ni la desaparición de fronteras. Solo se celebraban banquetes día sí y día también.
Si queremos salir de esta crisis y volver al lugar en el que estábamos deberíamos volver a inflar esa burbuja, construir lo que quede virgen, destrozar el litoral, estafar al extranjero, mirar para otro lado y rezar esperando que haya una fuerza superior que lo resuelva antes de la hecatombe. Pero no parece muy sensato, ¿verdad?
Nunca vamos a volver a donde estábamos. Hoy es imposible pensar que ese 11% de parados de la construcción, cuya cualificación es muy concreta, puede volver a ser asumido por el mercado de trabajo, o por leyes diseñadas para el mundo del capital. No va a pasar.
La buena noticia, sin embargo, es que hay gente que lleva años haciendo estos análisis, advirtiendo de sus riesgos y discutiendo alternativas en los Foros Sociales de todo el mundo. Hay nombres como Ignacio Ramonet y su organización ATTAC, Susan George, Naomi Klein, e incluso Joseph Stiglitz, que tienen una cierta idea de donde están las alertas.
Porque mientras un grupo de médicos tratan de revivir al viejo dictador, hay otras personas que están hablando ya de la sucesión. ¿Adivinan quienes tienen más opciones de futuro?
Totalmente de acerdo de p a pa. Quisera decir también que, o no saben o no quieren saber, o tal vez esten como nosotros, hablo de los dirigentes politicos. La incertidumbre envuelve a todos. Pero como tu dices, nada volvera a ser igual, nada, afortunadamente. Vvimos un momento apasionante, el cambio de era. Y creo también que tal vez un mundo nuevo sea posible…comienza la función.