Amenaza nuclear
Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Enredados en nuestros forcejeos domésticos no estamos prestando la atención debida al incremento del riesgo de proliferación de armas nucleares. Pero crece el temor de que este asunto se descontrole si el mundo comprueba que nadie tiene capacidad de poner freno a las provocaciones de Corea del Norte. Por el momento, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas solo está de acuerdo en expresar blandas condenas formales. Y Obama, enfrentado ahora a un test de alta dificultad, tiene una capacidad de disuasión muy restringida. En la actualidad, el verdadero poder universal ya no está en manos de un único país. Diríamos que acabada la Guerra Fría terminó el gobierno bicéfalo Washington-Moscú y nos convertimos en imperio, capitaneado por los Estados Unidos. Pues bien, ahora nos dirige una especie de triunvirato, pues la capacidad ejecutiva de Washington es limitada sin el acuerdo de Rusia y China. El hecho es que Corea no frena sino que acelera, no se achanta sino que se crece. Y Pakistán, potencia atómica, está mirando. E Irán, aspirante a potencia atómica, esta mirando. Y la India e Israel, ambas potencias atómicas, están en guardia. Y muchos otros países pueden estar considerando necesario plantearse su propio programa si resulta que no le pasa nada al que bravuconea con las armas nucleares, mientras que a Irak, que no la tenía, le redujeron a escombros. Y la propia Corea puede estar tentada de recaudar sabrosas cantidades de dinero poniendo en el mercado negro algunos de sus juguetes nucleares. De todas formas, ante la amenaza nuclear que vuelve, no deberíamos preguntarnos sólo por qué tiene la bomba Corea o por qué la quiere tener Irán, sino qué legitima que la tengan los cinco que, en 1968, se autoproclamaron titulares exclusivos de ella: Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña. Ellos también son una amenaza.»