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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

No se trata solamente de la hija de Emilio Botín, se trata de una persona con una alta  cualificación técnica y con una extraordinaria visión estratégica.

Si los fondos e inversores extranjeros se hubiera visto obligados a salir al mercado en busca de un nuevo ejecutivo para el banco ¿habrían dudado ante un perfil como el suyo?.

Los analistas creen que tendrá que profundizar en la internacionalización. Un reto en este nuevo contexto: Las naciones están incrementando el proteccionismo comercial, lo que afectará a la capacidad de la industria bancaria para entrar o salir de un mercado.

Su padre supo comprender el cambio de la economía industrial a la economía financiera. Ana Botín tendrá que afrontar el salto de la economía financiera a la economía mediática, la de redes, la bidireccional, la de la confianza, la que está sometida al escrutinio ciudadano, la de la reputación pública.

Además, los clientes están tomando el control en sus relaciones financieras: El cliente es más exigente y está más informado. El análisis de big data, será imprescindible en la relación con ellos.

El Financial Times cree que el mayor reto que afronta Ana Patricia Botín es “definir qué es exactamente el Santander”, especialmente en lo que se refiere a la estrategia a largo plazo y a su posición internacional. Pero ademas el FT añade que deberá seguir «más de cerca los estándares internacionales» de gobierno corporativo, que no ven con buenos ojos los traspasos familiares.

Pero se equivoca en una cosa el FT. No se trata solamente de la hija de Emilio Botín, se trata de una persona con una alta cualificación técnica y con una excepcional visión estratégica. Si los fondos e inversores extranjeros se hubiera visto obligados a salir al mercado en busca de un nuevo ejecutivo para el banco no habrían dudado al encontrar un perfil como el suyo.

Según la BBC, la española Ana Botín se había convertido ya en la mujer más poderosa del Reino Unido tras la reina Isabel II y la ministra británica de Interior, Theresa May. Con razón David Cameron, la eligió como «embajadora comercial del Reino Unido» convirtiéndose en uno de los cinco miembros independientes del Consejo de Inversión, Comercio y Servicios Financieros, creado para promover el sector de servicios financieros británicos. El propio Cameron inspiró su discurso anual , (considerado el más importante) en reflexiones de Ana Botín -según expresó la prensa española.

En el Santander UK, ha aplicado una «exitosa revolución silenciosa»: la modernización de un banco que se percibía como un organismo anticuado, centrado en el mercado hipotecario y que hoy se ha posicionado con el cliente medio-alto, transformando los servicios de las sucursales y cajeros de todo el país e introduciendo un novedoso concepto de cuentas corrientes denominado 1,2,3. De la misma forma, el Santander UK está aumentando su presencia en el mercado de banca corporativa y de las Pymes, que ya representan un 12% de sus préstamos, según la última memoria de la entidad.

En la clase empresarial española hay unanimidad: «Estamos probablemente ante la española con mejor reputación del mundo»; la «encarnación de la nueva España» y España, fuera, significa Latinoamérica.  A nadie se le escapa que no hay muchas empresas en Europa de la relevancia del Santander o Telefónica.

Ana Botín  tendrá que apostar ahora por profundizar en la internacionalización del Santander, y  consolidar el crecimiento mientras eleva los beneficios. No son retos sencillos, ni lo es el contexto. Crece la competencia mientras, paralelamente, los paises están incrementando el proteccionismo comercial. Esta tendencia «afecta a la capacidad de la industria bancaria para entrar o salir de los mercados; constriñe las estructuras de propiedad y la capacidad para repatriar capitales/fondos.»

Sin embargo, para ser honestos, en los últimos años el contexto ya había sido de todo menos sencillo. El bancario es uno de los sectores más castigados en la percepción ciudadana de la crisis. Las certidumbres entre clientes y bancos se han deteriorado en un negocio que se fundamentaba en ese pilar: el de la confianza.  Por eso en el futuro se verán obligados a redibujar la imagen que proyectan las entidades. Una tarea formidable pues materias como los deshaucios o las preferentes, se han convertido en icónicas imágenes que se han fijado en la retina del ciudadano a través de los medios de comunicación. Si Emilio Botín supo comprender el cambio de la economía industrial a la economía financiera, y adaptó el banco a ello, Ana Botín tendrá que afrontar la transición de la economía financiera a la economía mediática, la de las redes, la de la confianza, la que está sometida al escrutinio ciudadano, la de la reputación pública.

Estamos, por tanto, ante un contexto de grandes transformaciones, en el que todo este líquido amniótico ha llevado a «los clientes a reclamar el control en sus relaciones financieras». Una tendencia que no va a cambiar, según los análisis de los bancos, y que obligará a las entidades a evolucionar en sus prácticas: «Para 2030, los bancos habrán profundizado en su relación personal con sus clientes a través del análisis de datos.  Crecerá también la especialización por producto para atender a los clientes.»

Pero la crisis ha provocado también un repentino electroshock en buena parte del tejido productivo. Las Pymes se ven abocadas ahora a la  expansión y a la exploración de nuevas formas de desarrollo. Algo a lo que Ana Botín puede presumir de haberse adelantado cuando en 2005, liderando Banesto, inició una estrategia que consistió en apostar por el impulso al negocio de las Pymes, proclamando que aspiraba a» convertirse en el banco de las pequeñas y medianas empresas».

Y no serán los únicos cambios que traerá el nombramiento. Con 53 años empujará irremediablemente a la renovación generacional en la banca y en el IBEX35. Casi la mitad de los presidentes del IBEX supera la edad de jubilación. El mayor es Juan Miguel Villar Mir, que tiene 83 años y lleva 15 años al frente de la constructora OHL. Le siguen los de Técnicas Reunidas, José Lladó (80 años) .

 

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