El Gobierno quiere prohibir los anuncios de prostitución en los medios
La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, ha asegurado en el Pleno del Congreso de los Diputados que están estudiando «distintas alternativas legales» para conseguir que se eliminen definitivamente los anuncios de prostitución y contactos en los medios de comunicación. En principio el Gobierno optó por la autorregulación de la prensa en este tema, pero ante los escasos resultados y la división que este asunto ha provocado en los propios medios, han pedido al Consejo de Estado que informe de diversa fórmulas»por si hubiera que dar un paso más».
La Ministra Aido ha defendido que «mientras sigan existiendo anuncios de contactos en la prensa seria se estará contribuyendo a la normalización de la explotación sexual», razón por la que «estos anuncios deben eliminarse». Hace tres años, una comisión del Congreso calculó que esta publicidad que mueve un negocio superior a los 40 millones de euros, con ingresos anuales de más de seis millones para varios medios.
Algunos diarios españoles ya han retirado voluntariamente los anuncios de contacto de sus páginas. El pionero fue 20 Minutos que desde el 21 febrero de 2007, desterró este contenido definitivamente. Su director Arsenio Escolar lo explicaba en su blog con esta frase «Ha sido una decisión empresarial difícil y una decisión profesional y ética muy sencilla.»
Periódicos como Público, Avui, La Razón o La Gaceta de los Negocios han seguido el ejemplo y han optado por renunciar a los ingresos que obtienen de la publicación de estos anuncios. Otros como El Mundo los mantienen y su director. Pedro J. Ramirez defiende esta decisión porque considera «hipócrita» decir que las mafias de explotación de personas están detrás de la publicidad de prostitución. «Nosotros no somos la Dirección General de la Policía. Si se investiga y se demuestra que hay tramas, éstas desaparecerán y también sus anuncios».
El diario El País también sigue incluyendo esta publicidad según su subdirector Carlos Yarnoz porque «la sociedad española no ha resuelto el debate sobre la prostitución y el mundo que lo rodea. El Gobierno, por ejemplo, ha renunciado a prohibirla o regularla, pese a las numerosas comisiones o estudios que ha elaborado. Ojalá hubiera una clarificación al respecto y, sin duda, el periódico cumpliría la ley como lo ha hecho siempre».