La ARMH denuncia el lenguaje “equidistante” y “tibio” en una exposición sobre la Desbandá
Una exposición de la Fundación Unicaja y la Universidad de Málaga sobre la masacre de civiles que huían de la ciudad por las fuerzas franquistas, conocida como la Desbandá, se presenta externamente con términos asépticos e indefinidos como «desplazamiento de masas», «pasillos humanitarios», sin decir quienes eran los verdugos y quienes las víctimas. Emilio Silva, presidente de la ARMH denuncia en el programa La Cafetera de Radiocable.com esta situación y critica que este sea solo un ejemplo de lenguaje tibio y equidistante que se da constantemente en España. Y señala que se debe una cultura política que aun no ha asimilado el rechazo frontal que tiene que haber hacia lo que fue el fascismo en España y en Europa.
[Audio a partir del minuto 63:00]
Emilio Silva explica que se acaba de inaugurar una exposición sobre La Desbandá en Málaga, esta tragedia donde las fuerzas fascistas atacaron «por tierra, mar y aire» a miles de civiles que estaban huyendo de la toma de Málaga hacia Almería. Pero enfatiza que «más allá del contenido de la exposición, lo que se le cuenta a la sociedad fuera para explicarles lo que hay dentro omite la autoría de esos crímenes. Utilizan términos asépticos como `desplazamientos de masas´, sin decir quienes atacaban y quienes escapaban. Y este tipo de cosas tibias son bastante habituales».
Recuerda en este sentido que el ministro Felix Bolaños acudió el pasado 24 de agosto a París a celebrar la liberación de la ciudad de los nazis donde algunos republicanos y anarquistas españoles fueron protagonistas y en la cuenta de twitter del ministerio se hablaba de «soldados españoles». El presidente de la ARMH se pregunta: «¿Podían ser soldados franquistas los que lucharon contra los nazis?. El lenguaje que es fundamental porque es nuestro primer acercamiento a una realidad en la que no estamos suele ser así de tibio- Y eso tiene que ver con una cultura política que aun no ha asimilado el rechazo frontal que tiene que haber hacia lo que fue el fascismo en España y en Europa».
Con respecto a la exposición de Málaga, Silva resalta que incluso la página de la Universidad explica que los franquistas abrieron un pasillo humanitario para que los civiles huyeran de las bombas. Pero subraya «ese pasillo fue luego bombardeado. Es decir los franquistas abrieron el pasillo para seleccionar a quienes masacrar y a quienes no. Y constantemente se da esta cosa tibia de que el lenguajes es o negacionista o oculta algo o es indefinido. Es un lenguaje que no se mete en política. Pero en una democracia, el antifascismo tiene que estar incorporado a la cultura popular, a la cultura política y debe operar en estas cuestiones».
Denuncia que «para contar una tragedia como la de la Desbandada, utilizan ese lenguaje tibio que no quiere molestar, ni quiere señalar a los autores de esos crímenes». Y explica que por eso desde la ARMH han pedido a la Fundación Unicaja, que es donde está ubicada la exposición, que cuenten quienes fueron los fascistas autores de la masacre y dejen de utilizar frases como «las tragedias de las guerras» o «movimientos de población civil» en genérico y que cuente quienes eran los verdugos y quienes las víctimas.
Emilio Silva también comenta la polémica causada por un simposio en la Universidad de Oviedo que ha elegido para clausurar su evento la música de la película «Raza» escrita por Franco. Y denuncia que se trata de otro ejemplo de «normalización de la cultura franquista», además de señalar que «las universidades son en cierta forma el último reducto del franquismo» y se ve cierta «connivencia y falta de confrontación». Y compara lo sucedido en Oviedo con la reacción que habría provocado en Alemania que alguien hiciera un simposio sobre la música que le gustaba a Hitler.
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