«Ascensión Mendieta con 88 años se levantó y conmovió a la juez pidiéndole un hueso de su padre»

La de su padre es la primera exhumación de la guerra civil en España que se produce por orden de un juez. Ascensión Mendieta, hija de Timoteo Mendieta conversó con La Cafetera de radiocable.com en el cementerio de Guadalajara, junta a la fosa donde previsiblemente se encuentran sus restos: «Nosotros no hemos pedido nada a nadie», -reivindicó la mujer que acudió a la justicia argentina para buscar justicia en la España desmemoriada. La abogada Ana Messuti, que condujo el proceso, reivindica en La Cafetera que el paso del tiempo no puede ser esgrimido en contra de la administración de justicia, pues el daño para víctimas y familiares se prolonga durante años.

«Ni el Rey ha venido», se quejó Mendieta (entrevista a partir del minuto 48:30; duración 10:00). «Tendría que haber pasado por aquí. Pero nunca se han enterado o no han querido hacerlo» -reflexiona. «Yo he venido muchos días y vendré todos los que sean precisos, porque no es solo por el bien de mi padre sino por el bien de todos los infelices que han muerto por culpa de Franco», manifestó la anciana de 91 años.

«Llevamos peleando yo que sé cuánto tiempo».

«Rafael Hernando dijo que las víctimas del franquismo buscábamos a nuestras familias para nos dieran dinero y yo le contesté que no, que eso no era verdad».  «Parece mentira que no tenga corazón», señaló, «Porque nosotros no hemos pedido nada a nadie»

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Timoteo Mendieta fue asesinado con 41 años, y con siete hijos. Su cuerpo terminó arrojado en esta fosa de Guadalajara. Así lo intuye la jueza María Romilda Servini,  «una persona buenísima» , tal y como la describe Ascensión Mendieta, que ordenó la búsqueda y exhumación de los restos desde la lejana Argentina sentando un precedente internacional para la España incapaz de poner justicia en su propia memoria.

La abogada responsable de conseguirlo fue Ana Messuti, con larga trayectoria en la defensa de los DDHH, que se encargó de conducir el proceso legal. Acompañó a Ascensión Mendieta y toda su familia en este periplo .  Messuti destacó en La Cafetera, la «sabiduría jurídica» de las víctimas y reiteró algo «ilícito no deja de serlo con el tiempo». «Ascensión Mendieta con 88 años se levantó y conmovió a la juez pidiéndole un hueso de su padre», recordó Ana Messuti.

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