La suciedad del Ayuntamiento de Madrid y Ana Botella
Una de las imágenes más bochornosas que nos regala el centro de Madrid es la de la suciedad.
La puerta de la capital, el escaparate del turismo, es una de las zonas más sucias y degradadas de Madrid, aunque no es la única. Los carritos de los niños circulan sobre orines de perros, cristales rotos y todo tipo de desechos de dudosa procedencia.
Y la cosa no pasa desapercibida. Así lo podemos constatar cuando vienen corresponsales extranjeros a visitarnos a la oficina pues el paseo, entre basuras, se convierte en el gran protagonista de la conversación. «Ni Nápoles» -sonrió una corresponsal italiana la semana pasada.
Madrid es una ciudad que ha suspendido estrepitosamente en la asignatura de la higiene y la limpieza. Y los problemas vienen de lejos.
Solo hay una responsable: Ana Botella. La mujer del expresidente del gobierno español, responsable de la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, de la que dependen las basuras. A ella le debemos declaraciones tan inapropiadas como que la suciedad es responsabilidad de la gente que duerme en la calle o que la gente se ha malacostumbrado a la recogida diaria de las basuras.
Las excusas que se ponen son variopintas:
Que la gente es «menos educada» en esas zonas: Podría deducirse, en todo caso, que además de un problema con la limpieza, la administración ha fallado con la política educativa.
Que la culpa es de la indigencia: Además de la falta de sensibilidad que hace falta para decir eso, podría deducirse entonces que no solo hay un problema educativo, también de limpieza y además de servicios sociales (por cierto un área que es responsabilidad también de Ana Botella)
Que otros barrios están limpios: Cada barrio tiene unas necesidades. De la misma forma que Retiro necesita mucha agua, por sus jardines, Centro -y otros- pueden necesitar más limpieza.
Que la culpa es del botellón: Los fines de semana sí, pero entre semana no. Y en todo caso quienes vienen de Botellón, no son precisamente los del propio barrio.
Pero se trata simplemente de un asunto de incapacidad para la gestión de lo público.
Y las quinielas apuntan a que Ana Botella herederará a dedo la Alcaldía del Ayuntamiento de Madrid si el Alcalde Gallardón es llamado por Rajoy a ser Ministro. Dejemos de momento de lado la discusión sobre si eso es o no democrático y pensemos en el futuro de la ciudad: Pues eso. Que dios nos coja confesados.