Aznar y ETA
Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «ETA intentó asesinar a José María Aznar durante la primavera del año 2001. Y lo intentó en tres ocasiones, durante los tres viajes que el entonces presidente del Gobierno giró a Euskadi con motivo de las mas apasionadas y apasionantes elecciones autonómicas.
La detención la semana pasada de Pedro María Olano, acusado de participar en la conspiración, ha sacado a la luz los detalles de aquel triple intento de magnicidio.
El primero, el día 29 de abril, cuando Aznar abría la campaña en el Palacio Euskalduna de Bilbao. El segundo, en el aeropuerto de Fuenterrabia, el día 4 de mayo, cuando se desplazó a Guipúzcoa para el mitin del Kursaal, en San Sebastián. El último, el día 11, en Vitoria, en el cierre de campaña en el polideportivo Sansomendi.
En los tres casos falló el arma homicida, un misil tierra aire ??sam-7 strela?, de fabricación rusa, transportable al hombro por una sola persona. La noticia nos inspira, a bote pronto, unas cuantas consideraciones.
La primera, por supuesto, nos lleva a abominar de los terroristas una vez más. Pero, al mismo tiempo, nos permite confirmar la obsesión de ETA por acabar con Aznar, lo que avala la enorme eficacia de la lucha antiterrorista del expresidente. Aznar intentó la paz a través del diálogo, es cierto. Pero mas aún lo es que convirtió en cenizas los lugares comunes que se manejaban -que manejábamos- en esta materia y se lanzó por derecho y sin contemplaciones contra ETA.
Aznar tenía razón. Y aunque algunos tardamos, todos terminamos por reconocérselo. Igualmente, recordando los ocho años transcurridos desde entonces, reconforta comprobar cuánto y con qué acierto han trabajado las Fuerzas de Seguridad del Estado, cuánto se ha debilitado la banda terrorista, y cómo le ha ido fallando el apoyo social.
Finalmente, y en otro orden de cosas, es positivo comprobar cuánto se ha serenado la atmósfera política y social en el País Vasco. En parte, también, porque el PSOE y el PP modificaron la estrategia de aquél entonces.
En ese terreno, Aznar y Mayor Oreja se equivocaban. Patxi López y Basagoiti lo han demostrado. Pero ese es otro capítulo. Lo primero, lo fundamental, es que hoy todos reafirmamos nuestra condena a ETA. Y hoy todos nos congratulamos con Aznar.»