«Diferencias entre ser Bankero y…creerse bankero»
El anuncio de Bankia que llama a «ser bankero» está a punto de convertirse en uno de los más impopulares de la era Internet. La proposición, además, no es nada edificante pues la agencia de publicidad ha probado a invocar la codicia para conseguir accionistas. La agencia Publicis se ha lucido.
Uno de los anuncios originales de Bankia
Alguno creerá que, en efecto, pagar 1.000 euros da acceso a las filas de uno de los sectores más impopulares de esta crisis. Porque no nos engañemos. En la conciencia colectiva ha quedado que la banca mundial persigue el interés particular frente al de la mayoría. Y a ese sector se le han achacado la mayor parte de las desgracias que ha arrastrado esta crisis en todo el mundo.
También ha quedado en la conciencia que los miembros de ese sector se han enriquecido en todos los escenarios, incluso tras ser rescatados con dinero público por los gobiernos democráticos, e incluso restringiendo sus créditos a las pequeñas empresas. Son solo generalizaciones, puede ser, pero el imaginario colectivo es así.
Pero entonces ¿a quién podría interesar tal propuesta?
El anuncio ya ha sido versionado por los internautas
La agencia de publicidad, y «Bankia», en lugar de ofrecer una respuesta a ese relato, han optado por invitar a los espectadores a la siguiente reflexión: «Ve más allá, tu puedes ser como nosotros«.
Aunque la trampa es que la entrada te va a costar mil euros, por lo menos.
Las cuentas, así por encima, ya han sido hechas por los internautas tras conocerse lo que cobrará anualmente parte del equipo gestor.
En menéame el tema ha llegado a portada y k4rlinh0s, un usuario escribe entre los comentarios:
» después de ver el anuncio de bankia hice una cuenta rapida:
1.000 euros cada «bankero» (…) x 10.000 (bankeros) = 10.000.000 de ?
Los 10.000 primeros tipos que ingresen esos 1.000 ? para ser bankero, estarán pagando el sueldo»
Y en efecto no, uno no es banquero por comprar acciones de un banco, como tampoco es futbolista por comprar acciones del Real Madrid, y como tampoco es cineasta por comprar una entrada de cine. El lenguaje es perverso, especialmente en algunas manos.