Robbert Bosschart de Radio Nederland explica en radiocable.com que el nuevo plan del gobierno que facilitará el acercamiento de presos de ETA al País Vasco le parece «un gesto de tanteo que el gobierno estaba obligado a hacer». Pero advierte que mucha gente está reaccionando en España «como si el final de ETA ya fuese un hecho certificado y no lo es».

Robbert Bosschart

Robbert Bosschart señala sobre el plan de acercamiento que «visto desde fuera, no es noticia, aunque sé que en el País Vasco será un punto enorme de pelea. La cuestión de cómo se trata ahora con los presos y con ETA está muy sobrevalorada, a mi juicio».

Destaca que en el extranjero se suele recordar que entre la fecha que el IRA anuncio su fin y la fecha en la que realmente acabó pasaron siete años: «aqui mucha gente está reaccionando cuando no ha pasado ni un año del enesimo comunicado de ETA, como si el final ya fuese un hecho certificado y no lo es. Aun no se puede dar por cerrado el tema de ETA de ninguna de las maneras»

El corresponsal considera que la decision que ahora ha tomado el Ejecutivo de Rajoy es «un gesto que probablemente cualquier gobierno, fuese cual fuese, tenía que hacer. Todo gobierno tiene la obligación de tantear el terreno para ver si existen esas posibilidades de salida, diga lo que diga su programa electoral.» Asegura que Rajoy es muy claro con respecto a cual es su objetivo: conseguir que ETA desaparezca: «esa es su politica real… todo esto son franjas, tanteos, posibilidades, pero no es aún una gran noticia, ni el fin de la banda».

Y comparando el caso con el del IRA, Robbert Bosschart apunta unas cuantas diferencias: la existencia de una comisión internacional que verificó el desarme y que en Irlanda «siempre estuvo claro que la parte militar obedecía a la parte política y que el ideal final de esta era era integrarse en una Irlanda democrática. En cambio en ETA, los pistoleros jamás han obedecido a los políticos y estos no han tenido como objetivo integrarse en un ente democrático.»

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