Bush perdona la carcel al asesor de Cheney
Lewis Libby, la mano derecha del vicepresidente, había sido condenado a dos años y medio de prisión por participar en el llamado «Caso Plame», la filtración a la prensa del nombre de una agente de la CIA. Pero no tendrá que cumplir la pena, porque el presidente -poco antes de irse de pesca con Putin- y pese a asegurar que «respeta mucho el veredicto judicial» ha decidido suspender la prisión. La polémica y el escándalo en EEUU están servidos.
Divulgar la identidad de Valerie Plame, se consideró una represalia puramente política contra su marido, el embajador Joseph Wilson que cuestionó los argumentos de la administración Bush para ir a la guerra de Irak.
La investigación planteó la implicación del propio presidente y de Dick Cheney, vía sus principales asesores: Karl Rove y Lewis «Scooter» Libby. Pero el fiscal solo encontró pruebas contundentes contra este ultimo. El jucio se celebró y hace unos meses, fue condenado a 30 meses de prisión y una multa de 250.000 dólares por cometer delitos de perjurio, obstrucción a la justicia y prestar falso testimonio al FBI.
Llama la atención el gran movimiento dentro de la Administracion Bush en favor del juzgado y muchos altos cargos -Rumsfeld, Wolfowitz, Bolton…- escribieron cartas de apoyo a Libby para evitar que fuera a la carcel. Pero el juez no se dejó influir y mantuvo la pena. Ahora sin embargo Bush ha conmutado la sentencia a prisión, dejando intacta la libertad condicional, de dos años, y la multa.
En sus seis años de mandato, el presidfente solo habia reducido tres sentenciasde las 5.000 solicitudes que le habian llegado. Con esta decisión Bush se ha ganado, como era previsible, un buen puñado de criticas. Los democratas creen que «la justicia ha sido deshecha» y que demuestra que el presidente condona el crimen. También hay quien cree que Bush con este perdon ha violado sus propios criterios de justicia y los republicanos han demostrado cinismo.
