Caja Madrid
Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Así como algunos curas destrozaron la fe religiosa de muchos españoles, algunos políticos están destrozando su fe política. El estómago moral de un español medio tiene una capacidad de digestión bastante alta, pues aquí ha habido que tragar mucho desde tiempo inmemorial. Pero está siendo demasiado.
No hay día sin escándalo. El de hoy nos lleva a Cataluña, donde Garzón parece haber encontrado un yacimiento de corrupción de primera calidad, porque afecta a municipios importantes, como Santa Coloma o Badalona, a partidos importantes, PSC y CIU y a personas importantes, como Maciá Alavedra y Lluis Prenafeta.
Produce mareos imaginar la dimensión que podría alcanzar el asunto si ésta llave abriera la puerta del enigmático tres por ciento que un día mencionó Maragall. Y mientras tanto sigue supurando datos repugnantes el caso Palau, como que cuatro directivos multiplicaron sus salarios por cinco en un año y se organizaron, a cuenta del Orfeó Catalá, viajes a Polinesia y Maldivas. Son cosas difíciles de digerir, aunque tenga razón Manuel Vicent cuando nos recuerda que la democracia se inventó como bomba de achique para sacar porquería a la superficie.
De manera que estas noticias confirmarían que el sistema funciona? pero ¿y lo de Caja Madrid?. Caja Madrid está siendo tratada como un simple escenario político, como un cuadrilátero donde se celebraran apasionantes peleas entre Esperanza Aguirre, y Gallardón, y Rajoy, con Tomás Gómez en el rincón con la esponja y la palangana.
Pero no es eso. No se están disputando la secretaría general de un partido. No es un asunto interno. Caja Madrid es el cuarto grupo financiero español, en un momento económico muy delicado, por cierto? ¿qué pueden estar pensando sus quince mil empleados?. ¿Qué falta de respeto es esa para sus mas de siete millones de clientes?.
¿A qué punto de descaro y de insensibilidad puede llegar la política en esta disputa pública e impúdica, en la que lo último que preocupa es el futuro de la entidad y de sus trabajadores, la eficacia de la gestión, la seguridad de sus depositantes?. Esta soberbia, esta ceguera, está ahuyentando de la política a gran número de ciudadanos. Buenas noches y hasta mañana.»