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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

Puede que tras el bulo de Hollywood, la piratería y el tema de los Dvds en España, haya más de uno sonriendo en nuestro país. Se la han colado a Los Angeles Times y a unos cuantos diarios españoles.
Quizá, incluso el Ministerio de Cultura creyó que su camino quedaba allanado, en dirección a la LES. Es muy probable que los Promusicae, Sgaes, Guisasolas y otros industriales hayan sonreido ante el fantasioso titular de que Hollywood estaba pensando en dejar de vender Dvds aquí. ¡Hasta La Razón lo convirtió en portada!

Pero la imagen para nuestro país ha quedado enormemente dañada. A pesar de que el bulo fue desmentido por Sony, son varios los periódicos del mundo que siguen reproduciendo el titular.  Ya se sabe: se lanza la noticia desde aquí, se reproduce en el extranjero y uno se escandaliza como si nos llegara desde fuera.

Pero que nadie se engañe. Ya lo explica hoy EL PAIS. Sony rectifica el titular y…

«… Ningún otro estudio de Hollywood ha abierto la boca desde el martes, salvo para, off the record, asegurar que ellos no dejaban España…..como un mantra, en las centrales de esos otros majors -más aún, dicho por los responsables de las áreas internacionales de estudios como Paramount o Disney- han repetido en anteriores ocasiones: «Por un lado, esas cifras son muy negativas; por otro, nos indican que en España hay un público deseoso de ver cine y tenemos que encontrar la manera de cómo ponérselo en casa».

Ellos no dejarán de vender, pero España seguirá siendo un pais considerado pirata en el mundo. Sea o no verdad. Puede que a ustedes no les importe, pero algún día se darán cuenta de que no les beneficia nada.

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4 Replica a este post
  1. No, si no es que me importe Cristobal. Es que simplemente es mentira.

    Las descargas en España no son diferentes a las de otros paises.

  2. Por ser piratas no cambiamos ningún paradigma. Lo haríamos si encontrasemos la manera de dejar de serlo. No se trata de infringir la Ley, sino de que la Ley sea capaz de regular las descargas creando un modelo de negocio que sea beneficioso tanto para el consumidor como para el «creador».