Conferencia de Presidentes
[14-12-2009] Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: ??El Estado de las Autonomías está lleno de desgarrones. Le han ido forzando de un lado y de otro, como si jugaran a la soka tira los centrífugos y los centrípetos, en la batalla eterna que libran los que quieren irse de casa con los que quieren que nadie se mueva de su cuarto. Este lunes vemos reunidos a los presidentes de las Autonomías pero, al verlos, no vemos lo común. Porque muchos de ellos no se acuerdan de que son también el Estado. Se comportan como si estuvieran de visita en el Estado y no tuvieran responsabilidad en él.
Hoy, además, tenemos el carrusel de interpretaciones de las consultas de ayer en Cataluña, cuyo resultado es menos relevante que su celebración. Son otra muestra de debilidad de un proyecto que, por cierto, nadie parece querer defender. Sólo oímos las voces de los que piensan que el modelo es inservible y que suspiran, o bien con dar marcha atrás o, por el contrario, con volarlo para volar en solitario. En medio, un gran silencio.
Pues bien, sea para conservar el modelo, sea para transformarlo, se necesita que las posiciones más templadas de la sociedad salgan de sus madrigueras y tomen las riendas del asunto. ¿Se acuerdan ustedes de que, durante el franquismo y en los primeros años de la transición, los derechos de los vascos y los catalanes, sus afanes de autonomía, eran defendidos por todos los demócratas españoles, desde la derecha hasta la izquierda y desde los cuatro puntos cardinales? ¿Se acuerdan, asimismo, de que muchísimos soberanistas, que no renunciaban a otros objetivos más radicales, esperando mejores tiempos para reivindicarlos, también se movieron en los terrenos de la lealtad?
¿Dónde ha ido esa sociedad templada? ¿Qué ha sido de aquella lealtad? Las políticas minúsculas con orejeras y las pequeñas ruindades partidistas la han resquebrajado. Y éste es el día en el que hasta una comunidad como Madrid ignora que es Estado y juega sus bazas sin miedo a ser desleal a lo común. Pues bien, España terminará siendo lo que haya de ser, pero deberíamos asegurarnos que eso no nos lo deciden los extremismos centrípetos o centrífugos. Tiene que haber una movilización para recuperar la lealtad, porque sin ella, el Estado de las Autonomías es un globo pinchado.?