La COP29 concluye con un “insulto”: un acuerdo de 300.000 millones de dólares anuales para los países en desarrollo
Se suponía que debía ser la Cumbre que consagrara la financiación climática. Las naciones más pobres del planeta habían solicitado más de un billón de dólares de ayuda… pero el acuerdo final alcanzado en la COP29 de Bakú solo contempla un compromiso de los países ricos por valor de 300.000 millones de dólares. Algunos lo han calificado de «insulto». Pero aunque se esperaba un resultado «más ambicioso» y la cantidad no proporciona el apoyo fundamental que los países en vías de desarrollo necesitan para afrontar con eficacia la crisis climática, el titular de la ONU hace un llamamiento a los gobiernos para que lo vean como una base y construyan sobre ella.
ACTUALIZACIÓN: Juan López de Uralde, ex director de Greenpeace, ha valorado la Cumbre en el programa La Cafetera de Radiocable.com señalando que «se han cumplido los peores pronósticos» y no ha habido «avances sustanciales» ya que el acuerdo mínimo sobre financiación «no va a ser suficiente» y tampoco se ha mencionado el fin de los combustibles fósiles. Aunque subraya: «el problema es que no hay una voluntad política global de hacer frente al cambio climático».
#COP29: Los países más ricos se comprometen a pagar 300.000 millones de dólares al año para ayudar a los países del Sur Global a hacer frente al cambio climático. https://t.co/9cAYJjxgjc
— Noticias ONU (@NoticiasONU) November 24, 2024
Se demandaba 1 billón de dólares al año de financiación pública, y se han aprobado sólo 300.000 millones, lo que supone una diferencia enorme y dramática» Una «broma» y un «insulto» #COP29 #cambioclimatico https://t.co/TikeUYjm07 — EcoAvant.com (@EcoAvant) November 25, 2024
Los países en desarrollo, que habían solicitado más de un billón de dólares de ayuda, calificaron el acuerdo de “insulto” y afirmaron que no proporciona el apoyo fundamental que necesitan para afrontar con eficacia la crisis.
También se acordaron las normas para un mercado mundial del carbono respaldado por la ONU. Este mercado facilitará el comercio de créditos de carbono, incentivando a los países para que reduzcan sus emisiones e inviertan en proyectos respetuosos con el clima.
Un año marcado por la financiación climática
Al cerrar el telón de la COP29, celebrada en medio de un año marcado por temperaturas récord y catástrofes climáticas devastadoras, el Secretario General señaló que esperaba un resultado más ambicioso, tanto en materia de financiación como de mitigación, para hacer frente “al gran reto al que nos enfrentamos”.
“Este año ha sido brutal; un año abrasado por temperaturas récord y marcado por el desastre climático, todo ello mientras las emisiones siguen aumentando”, dijo António Guterres. Así, en el centro de la agenda de la COP29 estuvo la financiación, ya que los países en desarrollo se encuentran “ahogados por la deuda, azotados por condiciones meteorológicas extremas y luchando por la transición a las energías renovables”.
“Un acuerdo en la COP29 era absolutamente esencial para mantener vivo el límite de 1,5 grados. Y los países han cumplido”, consideró Guterres, que defiende que el acuerdo alcanzado proporciona una “base sobre la que construir”.
Para muchas naciones vulnerables, representa un rayo de esperanza, pero sólo si los compromisos se traducen en acciones rápidas. “Los compromisos deben convertirse rápidamente en dinero en efectivo”, subrayó el Secretario General, instando a todos los países a trabajar juntos para alcanzar el límite superior del nuevo objetivo financiero.
Más allá de la financiación, la COP29 se basó en los logros anteriores en los objetivos de reducción de emisiones, la aceleración de la transición energética y un acuerdo largamente buscado sobre los mercados de carbono.
Un acuerdo «injusto» y un «insulto»
El acuerdo alcanzado en la COP29 ha generado rechazo tanto en los países en desarrollo como entre los activistas ecologistas. La representante de India y ministra de Finanzas del país, Chandni Raina, ha sido una de las voces más críticas con el acuerdo, al cual se ha opuesto al calificarlo de «injusto» y de excluir a las naciones. En la misma línea, el representante de Nigeria ha definido el texto como una «broma» y un «insulto».
Greenpeace, por su parte, ha rechazado el acuerdo al considerarlo de «insuficiente». «¡Nuestro futuro y el de nuestra infancia está en juego!», ha aseverado el jefe de Greenpeace para la COP29, Jasper Inventor, señalando que la diferencia entre lo que se pedía y lo que se ha aprobado es «enorme y dramática». La ONG considera el objetivo de financiación marcado es «claramente insuficiente viendo la desesperación y la gravedad de la crisis climática».
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