Efecto colateral del coronavirus: está dando una tregua al planeta

Las emisiones de China se han reducido un 25%, la caída del tráfico en las ciudades ha provocado un deplome de la cantidad de óxido de nitrógeno del aire, el agua de los canales de Venecia se está limpiando y vuelve a ser transparente y a acoger vida marina, y compañías aéreas como IAG han reducido sus vuelos en un 75%… son sólo algunos de los datos que indican que las medidas tomadas para combatir la epidemia del covid-19 en el mundo están teniendo al menos un efecto colateral positivo: están mejorando la salud del medio ambiente.

En Madrid, la intensidad del tráfico cayó en el lunes, primer día laborable con estado de alarma, un 52% en la M-30, un 38,5% en el interior de M-30 y un 57,1% en el exterior de la M-30, según el Área de Medio Ambiente y Movilidad. En Barcelona la circulación en los accesos del área metropolitana se redujo un 40% y en general el descenso se aprecia en todas las grandes ciudades españoles. Todo esto tendrá un impacto significativo en el dióxido de nitrógeno del aire que aun no se ha cuantificado. Pero en Italia, los datos del satélite Copernicus Sentinel-5P de la ESA revelan la disminución de la contaminación del aire y específicamente de las emisiones de NO2 desde el parón por el coronavirus.

La animación muestra la fluctuación de las emisiones de dióxido de nitrógeno en Europa desde el 1 de enero de 2020 hasta el 11 de marzo de 2020. Y la reducción es particularmente visible en el norte de Italia, donde el cierre de empresas, fábricas y carreteras para evitar la propagación del coronavirus ha sido más radical y temprana.

Pero además en China, donde las medidas de contención y bloqueo se tomaron incluso antes. Los satélites de la NASA también muestran el significativo descenso de contaminación en el país. Algunos cifran la caída entre un 10% y un 30%  los niveles de NO2 en el norte y este del país.  Y un informe reciente calcula que la crisis del coronavirus redujo en un 25% las emisiones de CO2 en China

Pollution monitoring satellites have detected significant decreases in nitrogen dioxide over China. There is evidence that the change is at least partly related to the economic slowdown following the outbreak of coronavirus. Learn more from @NASAEarth: https://t.co/2N9GB8hfnB

— NASA (@NASA) March 1, 2020

El tráfico aéreo también se ha reducido significativamente. IAG, la amtriz de Iberia y BA, anunció que ha recortado sus vuelos en un 75%. Y en  los aeropuertos europeos y españoles también se apreció una importante caida de la actividad el pasado fin de semana. El de Milán registró un 85% menos de tráfico y el de Roma, un 83%. Por su parte Madrid vivió un descenso del 17%, Barcelona del 28% y Palma de Mallorca de un 11%. En Italia además una de la consecuencias más llamativa de las medidas de restricción del movimiento se ha visto en Venecia, donde el agua de los canales se está limpiando.

Unos días después del cierre al turismo, los canales de Venecia están limpios e incluso con fauna marina. Los vecinos dicen no recordar nada parecido. Esta crisis también debería servir para cambiar la forma depredadora con la que el ser humano se relaciona con el entorno. pic.twitter.com/9R8BkxHTQa

— PabloMM (@pablom_m) March 16, 2020

Juan López de Uralde comenta todas estas circunstancias en el programa La Cafetera de Radiocable.com: «El coronavirus le está dando una tregua al planeta. No se puede poner como ejemplo de cómo hay que hacer las cosas, porque las consecuencias sociales y económicas van a ser devastadoras. Pero sí hay lecciones que podemos aprender». Apunta que esta crisis puede ayudar a darse cuenta por ejemplo mediante el teletrabajo que se podrían evitar muchas reuniones presenciales, haciendo inncesarios muchos viajes. Considera que quedaría patente que «podemos vivir con muchas menos emisiones» y que buena parte son «innecesarias». Y defiende que hay que buscar la manera de sostener esta situación sin el impacto negativo que va a tener a nivel social y económico la actual crisis.