Corresponsal británico: España es un país grande, pero no se implica internacionalmente como tal
James Badcock, colaborador de The Telegraph, Newsweek o la BBC, critica que pese a ser ya España ya uno de los países más importantes de la UE, no asume responsabilidades de nación grande, especialmente en el terreno de la cooperación internacional o la acogida de refugiados. Y pone como ejemplo la última negociación europea sobre el reparto de los refugiados y los demandantes de asilo o el recorte de la ayuda al desarrollo hasta el 1,4% del PIB. Aseguraba en un artículo reciente que España parece seguir teniendo mentalidad de país pequeño. En radiocable.com apunta que esta imagen pesa en los organismos internacionales y repercute en la influencia española. Sostiene que el mundo «ya ve a España como un país importante y debería tener una ambición acorde con esa percepción.»
James Badcock señala: «Aunque España esté pasando dificultades económicas evidentes y sea difícil encontrar dinero para cooperación internacional o asumir el coste de acoger demandantes de asilo y refugiados, creo que es criticable la falta de implicación del gobierno en estos temas. Y también la falta de exigencia de la gente para que se responsabilice en este sentido. A un país grande como España, en términos globales, de economía o desarrollo no tiene nada que ver con el país que era hace 30 años- se le debería exigir más y que asumiera mayores responsabilidades.»
En este contexto, subraya la petición de la UE a España de hacer un esfuerzo extra en la acogida de refugiados. Pero el corresponsal señala que hay una mentalidad de país pequeño en este asunto: «Quizá por la historia de España en el siglo XX, los propios españoles no esperan que su país tenga un papel importante y de líder en el mundo. Y no critico, pero constato que también hay una actitud de sentirse más bien víctima de la historia. Los españoles han sufrido mucho y creen que no les corresponde arreglar los problemas del mundo, que no son responsables y que lo deben hacer otras potencias.»
Y añade que cuando la economía iba bien, se notó un esfuerzo de España por implicarse más: «Zapatero intentó llegar al objetivo del 0,7% del PIB para cooperación y a nivel ciudadano hay voluntad de ayudar, porque en España se dona mucho a las ONGs. Pero a nivel de Estado no hay mucha implicación, ni tampoco esperanza de que sea de otra manera. Pero yo creo que siendo ya España uno de los países más grandes de la UE debería cambiar esta actitud.»
En cuanto a si en el exterior existe esta percepción de España como un país que no se implica como le correspondería en asuntos de cooperación, James Badcock asegura: «A nivel de calle, quizá no. Pero a nivel de organizaciones mundiales, seguro que sí. El hecho de que haya dejado bajar tanto su aportación a la cooperación, con Zapatero no se llegó al 0,7%, pero si al 0,4 o 0,5% mientras que ahora está al 1,4% que es bajísimo. Y eso si que se nota en el mundillo de política exterior e instituciones internacionales. Y obviamente repercute en la influencia de España.»
Pero sostiene: «Mi crítica no es tanto que España debería hacer más para tener más influencia y ser alguien en la geopolítica. Creo que simplemente es una obligación moral de ser consecuente con su posición en el mundo. Si se es rico y desarrollado hay que asumirlo. Y para mi demuestra una falta de altura de miras y de ambición. Se actúa como si nadie estuviera mirando. Y es un error. El mundo ya ve a España como un país importante, de grandes empresas, como Zara, es conocido y muy valorado. Y creo que hay que tener una ambición acorde con esa percepción.»