El Instituto Brasileño de Investigación Especiales (INPE) ha informado que la Amazonía del país ha perdido 903,8 km2 de selva en octubre, un 3% más que el mismo mes del año pasado y un récord para el período. Pero además la devastación de la selva ya había superado sólo en los diez primeros meses de 2022, los 9994km2, lo que supone un mayor registro que la de todo el año 2021, de acuerdo con el Sistema de Detección de Deforestación de la Amazonia Legal en Tiempo Real (Deter), cuando fueron arrasados 8.219 km2 de vegetación.

La pérdida de 903,8 km2 de selva este mes de octubre ha supuesto llevar al acumulado del año, a los 9.994 km2 de vegetación nativa devastados. Esto supone un nuevo récord histórico y la tasa más alta de deforestación desde 2015 cuando comenzó a realizarse la medición del INPE.

La metodología del Deter se basa en imágenes por satélite y el INPE la utiliza para ofrecer alertas anticipadas sobre las diferentes áreas que están siendo deforestadas en la Amazonia. En octubre fueron enviadas 4.586 advertencias de deforestación por el sistema.

En los últimos cuatro años, coincidiendo con el mandato del presidente Jair Bolsonaro, la deforestación en la selva amazónica ha aumentado en unos niveles que no se registraban desde 2008. Organizaciones ecologistas han advertido que la deforestación desenfrenada de la Amazonía brasileña está llevando a la selva a un punto de no retorno

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