Denuncian que la tumba de Franco se ha convertido en un altar en suelo público para el culto al dictador

En el cementerio de Mingorrubio se celebró el pasado 18 de julio un acto para conmemorar el golpe de Estado. Fue minoritario, pero supuso un ejemplo más de cómo la tumba de Franco se ha convertido en epicentro del culto a la figura del dictador. Es lo que denuncia un reportaje de ElDiario.es que detalla cómo el panteón de la familia Franco está permanentemente decorado con insignias, estampas y flores y banderas, alguna preconstitucional con el escudo del águila o con el rostro de Franco.

Desde que en 2019, el gobierno de coalición ejecutara su traslado desde el Valle de Cuelgamuros, los restos de Franco reposan en el camposanto de Mingorrubio (El Pardo, Madrid), enterrados junto a su mujer, Carmen Polo, en el panteón familiar. Y en fechas señaladas, el lugar acoge la visita de grupos de personas que aún reivindican al dictador.

En este sentido, el pasado 18 de julio, fecha que conmemora el golpe de estado de 1936, según detallan ElDiario.es, hubo numerosas personas que acudieron a la tumba a celebrar «el glorioso Alzamiento Nacional». Y esta «celebración» se alargó incluso hasta el sábado, en donde diez personas entonaron el Cara al sol con el brazo levantado ante la verja del panteón, convocadas por el Movimiento Católico Español, uno de los grupos del universo franquista.

Más allá de este acto o los que se celebran el 20N, fecha de la muerte de Franco, se denuncia que el panteón en el que está la tumba se encuentra permanentemente decorado con banderas de España, algunas incluso preconstitucionales con el escudo del águila o con el rostro del dictador, además de insignias, estampas religiosas o flores. Y este «altar dedicado al culto» de Franco se encuentra en suelo público y es costeado por el Estado, ya que la cripta es de la Administración General del Estado, que paga 829 euros al mes por su mantenimiento, según informó el Gobierno en 2023.

Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha señalado: “Esto sería impensable que pasara, por ejemplo, con un terrorista. ¿Cómo es posible que se permita? Vengo aquí con muchos extranjeros que estudian temas de memoria y para ellos es inconcebible”.

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