El tsunami causado por la erupción de un volcán en la isla de Tonga ha provocado inundaciones y destrucción en el área. pero también un derrame de petróleo que está causado importantes daños medioambientales en Perú. En concreto el fuerte oleaje en una refinería en la costa limeña provocó un incidente con un petrolero y que se vertiera al mar una cantidad significativa de crudo. Repsol, que opera la instalación, aseguró que el vertido se pudo controlar. Pero el gobierno peruano cuestiona estas afirmaciones y ha develado que el derrame ha causado el «peor desastre ecológico en Lima en los últimos tiempos» y pide a la multinacional española que «resarza el daño».

El derrame se produjo el sábado en la refinería La Pampanilla durante el proceso de descarga del buque tanque ‘Mare Dorium’ que se vio afectado por la violencia del oleaje provocado por el tsunami. El fallo provocó un vertido de petróleo al mar en la región de la costa limeña conocida como Ventanilla que inicialmente desde la empresa, que es operada por Repsol, se aseguró que había sido limitado y controlado por sus brigadas de seguridad y que se había activado el protocolo de limpieza.

Pero con el paso del tiempo, se ha hecho evidente que el derrame ha sido mucho más grave de lo anunciado y la magnitud del desastre ha quedado al descubierto. Se habla ya del equivalente a seis mil barriles de crudo que han podido llegar a las aguas de una zona de 18.000 km2 que comprende playas como las de Ancon o Ventanilla y dos reservas naturales protegidas.

Las imágenes de la mancha de petróleo y de aves y fauna marina afectadas por el crudo se han hecho virales y el gobierno peruano de Pedro Castillo ha inspeccionado la zona y ha calificado el incidente como «el peor desastre ecológico ocurrido en Lima en los últimos tiempos». Además se ha abierto una investigación por contaminación ambiental y se está hablando de multar a Repsol por no informar del hecho, exigiéndosele además reparar el daño.

Desde la petrolera española se rechaza la responsabilidad por el vertido, asegurando que fue causado por el tsunami y denunciando que no hubo aviso de las autoridades locales por el aumento del oleaje. Perú ha reconocido que su Marina no emitió alertas por el tsunami, pero denuncia que la refinería La Pampilla informó inicialmente de un «derrame limitado», de 0,16 barriles de hidrocarburo (unos 25 litros) en un espacio de apenas 2,5 metros cuadrados… mientras que ahora se calcula que han llegado al mar 6.000 barriles, que han provocado una gran daño medioambiental en la zona.

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