Desconfianza en los bancos

 Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Un sondeo del instituto IFOP para el diario «Le Monde», realizado en Francia y en el Reino Unido, revela que los ciudadanos desconfían de los bancos de una forma creciente. Les consideran responsables de la crisis financiera, no les han visto hacer autocrítica ni modificar sus comportamientos, no se fían de las cuentas que hacen públicas y, consecuentemente, consideran probable que haya otra crisis.

El reproche es absolutamente transversal, compartido por obreros, comerciantes, industriales, directivos y jubilados. En esos dos países, Francia y Reino Unido, los ciudadanos comprenden que sus gobiernos hayan ayudado a los bancos. Pero les irrita la nula respuesta de estos, que siguen en su torre de cristal.

Los encuestados están de acuerdo en que se apliquen impuestos especiales a los bonus de los altos ejecutivos bancarios, pero dan por supuesto que no servirá de nada, porque se las ingeniarán para hacerlos derivar a sus clientes.

Como vemos, el cartel de los bancos no puede ser peor. En los Estados Unidos, lo mismo. La popularidad de Obama, que mañana cumple un año como presidente, se ha venido abajo porque los estadounidenses le censuran su apoyo a los bancos, desatendiendo otras realidades sociales. Un experto tan indiscutible como el premio Nobel Paul Krugman piensa que el pecado de Obama fue no inyectar más dinero aún a la banca.

Pero en la percepción ciudadana, los bancos provocaron el descalabro, salieron de rositas, se agarraron a la ubre pública y ya están volviendo a las andadas. En España, aún sin haberse vivido rescates bancarios dramáticos, parece pensarse lo mismo. Y es que todos hemos tenido que entender sus problemas pero a ellos ni se les ha visto ni se les ha oído gesto o expresión alguna de sensibilidad para con los damnificados de la crisis.

Es la insolencia de los imprescindibles, que como los pilotos o los controladores aéreos, nos recuerdan siempre que estamos en sus manos. ¿No les importa a los bancos su desastrosa imagen?. ¿De verdad que no les importa?.»