El día 1 de enero se cumplieron 20 años desde que el subcomandante Marcos lideró la sublevación de los zapatistas de México.  Marcos no acudió a los actos de homenaje.

El Subcomandante ha ido cediendo espacio poco a poco a las comunidades indígenas, y alejándose del foco mediático. Sus últimas entrevistas se produjeron entre 2006 y 2007.  Su silencio, es un gesto de honestidad pero dejó huérfana a toda la generación que había sido alimentada por su revolución poética.

Marcos sufrió también mis intentos de entrevista, y nunca conseguí que mi voz le llegase. Hoy en el programa La Cafetera, que emitimos para las redes sociales, he contado una anécdota que ocurrió en aquel proceso de búsqueda de Marcos.Y de la que, como ya ha pasado suficiente tiempo, puedo dar más datos.

Llegué incluso a comer un día en Madrid con la que entonces era su mujer, gracias a unos amigos, que habían tenido contacto con ellos. Todo por una nota que envié que decía: «Quiero entrevistar a Marcos porque he sustituido los alimentos por las palabras».

La nota debió hacer gracia porque conseguí llegar hasta allí. Pero después mis habilidades de seducción no fueron suficientes. Hoy, recordando esta anécdota en el programa he lanzado una llamada al aire que hago extensivo a este post.

Estimado Subcomandante Marcos. Cuando lea estas palabras, que seguro que leerá, piense por unos momentos que hubo una vez alguien que sustituyó «los alimentos por las palabras» y que todavía le busca. He pasado mucha hambre.

Póngase en contacto conmigo ( estudio@radiocable.com ) y regálenos unos minutos de recuerdos y esperanzas.