The Economist usa el juego de palabras «el coste del sol» para criticar la política española en renovables
El semanario británico asegura que las subvenciones funcionaron «en un sentido», se duplicó la producción solar y España llegó a ser la 4ªmayor potencia del mundo. Pero sostiene que el gobierno falló al no reducir las ayudas cuando el boom y ahora al ser insostenibles los costes, los recortes han tenido que ser «draconianos», Critica que los afectados «acaban siendo los que han invertido en estos negocios».
The Economist dice: «Los gobiernos de todas partes quieren volverse ecologistas. Pero como demuestra el caso de España, no bastan las buenas intenciones. Si las políticas están mal, se desperdician los beneficios, desparecen los puestos de trabajo y quedan los costes ??y los afectados acaban siendo los que han invertido en estos negocios. En 2007 sólo tenía 690 negativos de capacidad instalada de paneles solares fotovoltaicos. Esperando estimular una nueva industria verde, para la que la soleada España parecía el país ideal, el gobierno incrementó los precios que pagaba por la energía solar hasta 12 veces el precio de mercado para la electricidad.»
Señala: «En un sentido, esto funcionó espectacularmente. Según CF Partner, la capacidad de los PV solares se incrementó cuatro veces sólo en el 2008. La producción de energía renovable se duplicó entre 2006 y 2012. En un momento, España llegó a tener la cuarta industria más grande de este tipo en el mundo. Pero los costes también subieron como la espuma. Las subvenciones a la energía renovable pasaron de 193 millones de euros en 2007 a 8.100 millones en 2012 (cuarenta veces más). Y como el gobierno no quiso pasar todos los costes a los consumidores, el déficit tarifario acumulado alcanzó los 26.000 mil millones de euros.»
Pero apunta: «Ha sido una experiencia clarificadora. El gobierno falló en reducir los subsidios cuando las energías renovables estaban en auge, por lo que las recortes han tenido que ser draconianos. El negocio de la energía solar ha perdido decenas de miles de puestos de trabajo. Y tras los repetidos recortes retroactivos, ya nadie está dispuesto a invertir en energías renovables. Pero como los proyectos suelen recibir subvenciones durante 20 años, los costes se mantienen y las energías renovables siguen llevándose entre 7.000 y 8.000 millones al año. No es difícil pensar en mejores formas de gastar esas grandes sumas de dinero de los contribuyentes.»
[Leer el artículo completo en The Economist]
The Economist es un semanario británico que se publica desde 1843 y considerado un referente en el análisis de las relaciones internacionales y la economía. Su opinión influye en la imagen exterior de los países, en los inversores internacionales y marca la agenda de otros medios de comunicación. Pertenece en un 50% al grupo Pearson -que también edita el Financial Times- mientras que el resto está en manos de accionistas independientes -incluyendo a miembros del staff- y la familia Rothschild. Su linea editorial es neoliberal tanto a nivel económico -a favor del libre mercado, la globalización y la libre inmigración- como en temas sociales -han apoyado el matrimonio gay, la legalización de las drogas o el control de armas-. Y politicamente han respaldado tanto a candidatos conservadores como de izquierdas. Sus artículos no van firmados. Su circulación en 2012 ha sido de 1.574.803 ejemplares.