Como en 2020, se señala al 8M y no al resto de aglomeraciones

El Día Internacional de la Mujer de este año queda marcado por la prohibición de manifestaciones anunciada por la Delegación del Gobierno de Madrid. Una decisión que ha suscitado numerosas críticas por la doble vara de medir. Señalando que, mientras se prohíben las manifestaciones del 8M en Madrid, sí se ha permitido este fin de semana la concentración de aficionados de fútbol en torno al Wanda Metropolitano y en enero de este mismo año se permitió la manifestación de miles de negacionistas también en Madrid.

La Cafetera de Radiocable.com debate sobre esta doble vara de medir y reflexiona sobre el señalamiento y estigmatización que vuelve a sufrir el 8M. Como en 2020, cuando se le acusó de ser foco de contagios, mientras, ese mismo 8 de marzo, la población también pudo contagiarse en espacios cerrados como el metro o los bares, o incluso mitines políticos como el que convocó Vox en Vistalegre, que no ha recibido el mismo señalamiento que la manifestación del Día de la Mujer del año pasado.

Como sucedió en 2020, el 8M vuelve a ser señalado de forma desproporcionada si se compara con el tratamiento de otras aglomeraciones. La Cafetera, en junio de 2020, ya reflexionaba sobre por qué se señalaba al 8M y no al resto de aglomeraciones que se habían producido en las mismas fechas.

La prohibición de las manifestaciones el 8M también ha llamado la atención a medios internacionales. En concreto, Reuters destacaba que España prohibía las marchas del 8M en Madrid tras las acusaciones de que en el 2020 expandieron la pandemia. Y señalaba la polémica que desató la convocatoria de las marchas en su momento.

En la agenda cafetera, el programa repasó los datos de cómo está afectando la pandemia a las mujeres. Como vienen alertando diferentes organismos, la crisis provocada por la pandemia ha ampliado la brecha de género tanto en el trabajo como en los cuidados. La situación actual ha evidenciado que las mujeres son las que más se encargan de los cuidados y terminan sacrificando su vida laboral. Ya lo advirtió Naciones Unidas en septiembre de 2020, asegurando que «la crisis aumentará drásticamente la tasa de pobreza de las mujeres». Explicando que las mujeres asumen la mayor parte de la responsabilidad del cuidado de la familia, ganan menos, ahorran menos y tienen trabajos mucho menos seguros, una situación que se ha intensificado con la crisis del coronavirus.

Además, la pandemia ha destapado la desprotección de las víctimas de violencia de género. En el caso de España, las víctimas de violencia de género siguen sin denunciar por miedo a no ser creídas o a su agresor. En 2020, de las 41 mujeres asesinadas, solo el 15% había presentado denuncia.

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