El abogado de Assange alerta sobre su estado de salud y afirma que “no habrá extradición a corto plazo”

La Cafetera ha entrevistado a Aitor Martínez, abogado de Julian Assange, después de que la justicia británica haya autorizado la extradición del fundador de Wikileaks a Estados Unidos. Una extradición que, «desde luego no va a haber a corto plazo», asegura Martínez, porque «todavía queda una larga batalla judicial con varias instancias aún a agotar». Además, ha alertado sobre la salud de Assange, «que incluso podría morir en prisión», según el «demoledor informe» realizado por el relator de la ONU que fue a verle con dos médicos. «Está en un estado de salud muy delicado y médicos especializados incluso indican que podría morir en prisión«.

Ha señalado que «una jurisdicción como la norteamericana ha puesto a todos sus poderes a trabajar contra Wikileaks, que no es más que una agencia de medios que publicó información veraz, proveniente de fuentes anónimas, en relación a la comisión de graves crímenes internacionales cometidos por el ejército de Estados Unidos». Y plantea el escenario de «si esto lo estuviera haciendo Rusia o Venezuela». Entonces, dice, «la comunidad internacional se hubiera echado las manos a la cabeza».

«Estamos hablando de que se está persiguiendo a un periodista por publicar información veraz«.- ha insistido.

Además, ha resaltado el «vacío y apagón informativo por parte de los grandes medios». Cuando «en esta batalla están solo Estados Unidos y Reino Unidos», porque  «todos los organismos de Naciones Unidas vinculados a la protección de derechos humanos se han pronunciado en contra de esta extradición y la consideran un gravísimo atentado a la libertad de prensa». De ahí, ha dicho, «sorprende que los grandes medios comunicacionales no se hayan situado al lado de la estructura internacional de protección a los derechos humanos y hagan ese vacío o ese silencio informativo».

También recuerda que, Wikileaks «suscribió acuerdos con The Guardian, Der Spiegel, New York Times y El País para publicar esa información, por lo cual fueron también cooperadores de esa publicación. Y ahora, años después, miran para otro lado y no son tan contundentes como lo serían si esta persecución contra un periodista se hiciera por parte de otro país».

Además, ha apuntado que espera que «la justicia británica tenga en cuenta el rol histórico que está jugando, porque tienen en sus manos acabar con un peligrosísimo precedente que puede afectar radicalmente a la libertad de prensa en el mundo y, por ende, al derecho de acceso a la información de los ciudadanos». Insistiendo en que «puede cambiar radicalmente las reglas del juego de la democracia, donde la prensa juega un papel fundamental en el control del poder, y tiene derecho y deber de publicar la información veraz de interés publico para controlar el ejercicio del poder».

Aitor Martínez ha advertido: «Si la justicia británica no está a la altura, generará un precedente donde cualquier periodista del mundo estará temeroso de publicar información que pueda ser entendida por Estados Unidos como una agresión a su seguridad nacional».

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