El cura español represaliado por Pinochet y olvidado por la Iglesia
Antonio Llidó era un sacerdote español que llegó a Chile en 1969 y cuando se produjo el golpe de estado en 1973 se negó a seguir la doctrina oficial de la Iglesia que apoyaba a Pinochet. Por ello, el cura Toño, como era conocido, fue secuestrado por la DINA y desapareció. Ahora, el Plural explica que se ha celebrado el juicio por su caso y sus familiares esperan el fallo… al tiempo que denuncian el silencio de la Iglesia Española sobre su caso, entonces y ahora.
Fue uno de los mártires ignorados, igual que los 16 religiosos vascos asesinados por el bando franquista en la Guerra Civil y a los que la Iglesia no incluyó entre los 498 mártires de la contienda que fueron beatificados recientemente
Un semblanza de Interviu cuenta que Antonio Llidó no quiso apoyar una dictadura como la de Pinochet y fundó el movimiento Cristianos por el Socialismo. También formó parte del Movimiento Izquierda Revolucionaria (MIR). Por todo ello en 1974 fue detenido por los agentes de la DINA y estuvo retenido en centros ilegales. Se sabe que fue interrogado y trasladado en al menos dos ocasiones, pero a partir de ese momento su rastro desaparece. No se ha encontrado su cuerpo, ni se ha podido esclarecer cómo murió.
Pero los detalles de su secuestro, sí han permitido llevar a juicio a siete militares de la DINA, entre ellos Manual Contreras, máximo responsable de la policía política entonces y que reconoció recientemente que Pinochet y la CIA coordinaron asesinatos. En unas semanas se conocerá la decisión del tribunal al respecto de este caso y los familiares del cura Toño esperan que al fin, 33 años después, se haga justicia… y aseguran estar muy dolidos por la actitud de la Iglesia española a lo largo de todo el caso
Su hermana Pepa Llidó denuncia que no mostraron ningun interés cuando desapareció: ??La Iglesia se calló; Antonio no es la clase de mártir que ellos apoyan?. Y las cosas no han cambiado demasiado. Mario Amorós, autor del libro «Antonio Llidó, un sacerdote revolucionario«, cuenta que cuando pretendió acceder a la documentación eclesial sobre el asunto, la Conferencia Episcopal y el Arzobispado de Valencia se lo impidieron: ??hasta que pasen cien años de los hechos?.