Coraje antiglobalización
Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Hubiera sido un milagro. Hubiera sido un milagro que el mismo pensamiento que no ha sabido cuidar el presente se hubiera preocupado del futuro. Si tras el desplome financiero mundial se hubiesen puesto en cuestión los dogmas económicos y morales que lo produjeron, entonces sí… entonces, la Cumbre del Clima de Copenhague hubiera podido tener éxito. Pero es pueril pensar que si no se desactiva el principio del crecimiento económico incesante, pueda cambiarse algo en serio.
Y el principio del crecimiento económico incesante sigue tan vivito y coleando como antes del crash: crecer y crecer, mas y mas. Así hasta el infinito, cerrando los ojos a la evidencia, y haciendo imposible cualquier futuro. Es la locura de un capitalismo desenfrenado que ha terminado por alucinarnos a todos.
Pero en eso estábamos y en eso seguimos estando. Y así ocurre que una cumbre trascendental, en torno a un problema trascendental, el cambio climático, se convierte en un mercado de compra-venta de derechos de emisión, con criterios puramente nacionales o regionales.
Poco mas. Copenhague ha sido un fracaso y un triunfo para los que querían que fracasara. Y se ha puesto de relieve nuevamente que nuestras democracias son mas débiles que los grupos de presión no democráticos. Que son los que mandan de verdad y están diseñando el mundo a su medida.
Las izquierdas deberían estar oponiéndoles severa resistencia, pero, al parecer, no están para esos trotes. En España, desde luego, la energía de la izquierda se consume en el cuerpo a cuerpo cotidiano con sus rivales electorales. De forma que empieza a vislumbrarse algo muy notable: los partidos de izquierda quedarán reservados para gestionar y para analizar demoscopias. Es decir, para ganar o perder, dentro del actual statu quo.
Pero para los asuntos de fondo, como el cambio climático, o para desafiar un orden mundial injusto, tendremos que confiar en el impulso de los movimientos sociales, como los movimientos antiglobalización, que están acreditando claridad de ideas, coraje y determinación. Lo de copenhague ha sido una decepción. Otra.»