«El pimpampum» contra Olga Sánchez
La fiscal Olga Sánchez aguanta día tras día un ataque muy virulento y jamás visto en un juicio -cuenta hoy EL PAIS-:
«…La táctica es la misma. Leña a la fiscal. […] Es lógico, razonable y hasta saludable que los abogados defensores, en su legítimo fin de salvar el gaznate de sus clientes, busquen los fallos de la instrucción y ataquen por donde les venga bien. Pero […] nunca de forma tan feroz, nunca trufando los ataques profesionales con los insultos personales, nunca espoleados por un coro mediático que ha basado en el ataque al juez Del Olmo y a la fiscal Sánchez sus desvaríos conspirativos.
-Con todos mis respetos, la señora fiscal…
Cada vez que el abogado dice con todos mis respetos, Zougam en su rincón se frota las manos. Y, entre el público, dos o tres individuos de la extrema derecha -su quincalla no deja lugar a dudas- también celebran cada ataque con sonrisas y carantoñas para desesperación de las víctimas, que nunca -y este sí que es un misterio del 11-M- han respondido a la provocación continua.
Durante la mayor parte del juicio, pero sobre todo en los días principales, la fiscal Sánchez ha estado acompañada. Unas veces por el fiscal jefe, Javier Zaragoza, y casi siempre por el también fiscal Carlos Bautista. Pero ahora, en estos días tan duros, Olga Sánchez asiste al juicio sola… [sigue en ELPAIS]
Es escandaloso que el coro mediático, que denuncia EL PAIS, esté jugando a ejercer de defensa judicial. Pero es mucho más escandaloso, que lo haga de forma tan mezquina como lo hizo hace unos días Múgica en el diario ELMUNDO:
…»Gómez Bermúdez no lo pudo decir más claro. «Se excede usted de los límites de un informe jurídico. Reconduzca su informe.» Y luego, ante los nuevos intentos de la fiscal, añadió que era libre de ejercer las acciones que considerara oportunas, pero que allí no estaban para intercambiar reproches sino para valorar pruebas y sacar conclusiones.
Y luego la fiscal lloró. Tal vez porque la conminación tajante y en público de un varón le retrotrajo a épocas de su vida muy duras y que aquí no vamos a comentar. «
Es un ataque miserable pero retrata mucho mejor a quien lo lanza que a quien lo recibe Sr. Múgica.