«El último pleno»
«Zapatero confirmó la fecha para las elecciones […] Finalizó la legislatura; tan bronca, tan obsesiva, que nos aparece borrosa. Quien quería que no hubiera forma de distinguir las voces de los ecos estaba a punto de conseguirlo. Por fortuna surgió en esta última sesión el pertinaz Pujalte, inasequible al buen juicio, y nos devolvió la claridad. Con una argumentación al estilo de cantinflas lo hiló todo para terminar hablando de terrorismo. Y volvimos a ver con gran nitidez el deplorable papel interpretado por el PP en toda la legislatura; y las cosas que dijo, y las acusaciones que hizo. La magnitud de su deslealtad podrá discutirse sobre los merecimientos de este Gobierno para ser revalidado el 9 de marzo. Pero nos parece indiscutible que el modelo de oposición ejercido por el PP no merece ser premiado el 9 de marzo.
Y, junto a esto, atención a la revuelta del nacionalismo vasco por la sentencia del caso Ekin. El PNV pierde hasta el último rasgo de Josu Ion Imaz. Las imágenes del día están más cerca de Lizarra. Dicen que la audiencia resolvió por razones políticas. Y nos llenan de estupor porque estar contra la Ley de Partidos o incluso estar en contra de la ilegalización de ANV no puede querer decir que un sector social, en este caso la izquierda abertzale, haya de ser jurídicamente intocable. La sentencia dijo que el entorno de ETA no era entorno sino ETA. Y tardó nueve años en estudiarlo. Por puro respeto intelectual, los nacionalistas vascos hubieran debido dedicarle algo más de estas simples 24 horas. Borrasca en el horizonte. Y, horror de los horrores, vuelve el frentismo.»