El gobierno español quiere que en 2040, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del país se recorten en un 90% con respecto a las de 1990 y para ello ha desarrollado toda una batería de medidas y un borrador de Ley de Cambio Climático. Pero la realidad en 2018, es que estas emisiones no solo no se están recortando sino que aumentan. El año pasado la economía española lanzó, según datos del Instituto Nacional de Estadística, 344 millones de toneladas de GEI a la atmósfera, que suponen un aumento del 2,6% con respecto a 2016 cuando se emitieron 335 millones de toneladas.

(Foto: Flickr/Rodrigomezs)

La emisión de gases de efecto invernadero es la principal causa del cambio climático. Y los datos del INE suponen que en 2017, España generó 6 millones más de toneladas de las que se había previsto en julio.

Existen distintos GEI, pero los principales, por  su nivel de emisiones, son el Dióxido de Carbono (CO2), el Metano (CH4) y el Óxido Nitroso (N2O).  En 2017, en España el que más aumentó fue el CO2, con un 3,8% más de emisiones con respecto al año anterior y un global de 285.238 toneladas que supusieron además el 82% del total de GEI. El metano por su parte creció un 0,9% y el Óxido Nitroso, un 4,1%. Aunque como dato positivo, los registros del INE desvelan que otros gases de efecto invernadero como los HFC o los PCF se redujeron un 21%.

El sector que más emisiones lanzó fue el de la industria manufacturera que sumó el 24,7% del total, pero el que más las aumentó fue del generación y suministro de electricidad con un 12% más que en 2016 y un 23% del total. También destaca el incremento de las industrias extractivas (la minería), un 6,6% más que hace 12 meses. En cambio, agricultura, ganaderia, selvicultura y pesca fue el sector que más redujo sus emisiones de GEI, un 7,7%. Por su parte los hogares españoles sólo aumentaron un 1% sus emisiones, aunque fueron responsables del 21% del total.

 

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