A finales de septiembre la tasa de criminalidad en España se situó en 39,6 infracciones por cada mil habitantes. Es el registro más bajo en los últimos años -exceptuando 2020, año marcado por los confinamientos por la pandemia- en el balance del Ministerio del Interior. Y contrasta con la percepción de inseguridad que manifiesta una parte de la sociedad o algunos políticos y medios de comunicación. Aunque hay dos aspectos que contrarrestan esta buena noticia: ha habido un aumento del 30,6% de las violaciones denunciadas y el número de suicidios se disparó en 2020 con 3.941 fallecimientos por esta causa que suponen un máximo histórico.

No siempre la percepción de seguridad de la población se corresponde con las cifras oficiales. Especialmente si hay además interés de partidos políticos o medios de comunicación por proyectar una imagen concreta. Pero en España en el tercer trimestre de 2021, los datos de criminalidad del Ministerio del Interior evidencian que bajaron casi todos los delitos en relación a los registros previos de 2019 (ya que 2020 a estos efectos y por las restricciones no se ha utilizado) y la tasa de 39,6 infracciones por cada mil habitantes es el mínimo histórico de los últimos años.

La única excepción, aunque no es menor, son los delitos contra la libertad sexual. A nivel general descendieron los homicidios, de 249 a 206; hurtos, de 529.155 a 349.433; robos con violencia, de 48.504 a 37.467 o delitos graves, de 15.018 a 14.310. Incluso en ciudades en las que, como Barcelona, la inseguridad ha sido denunciada, los homicidios pasaron de 15 en 2019 a 4 en 2021, los hurtos, de 84.258 a 37.101, los robos con violencia, de 10.833 a 7.378 y los delitos graves, de 2.624 a 465.

Pero los datos del Ministerio del Interior también evidencian que hay un tipo de delito que no solo no se ha reducido, sino que ha crecido significativamente: las violaciones. Si en 2019 se denunciaron 11.587 en este años se ha pasado a 12.638, lo que supone un aumento del 30,6%.

El otro gran asunto pendiente son los suicidios. Los datos sobre corresponden a 2020 y los ha dado a conocer el Observatorio del Suicidio, de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio confirmando los malos presagios que se auguraban con la pandemia. Fue la primera causa de muerte externa el año pasado con un total de 3.941 suicidios que supusieron un 7,4% más que en 2019 y equivalen a casi 11 personas al día que se quitaron la vida.

En 2020, el número de suicidios ha ascendido en casi todas las franjas de edad aunque los mayores incrementos se han dado entre las personas que tienen entre 55 y 64 años y en los menores de 15 años donde se ha pasado de 7 casos en 2019 a 14 en 2020. Un 74% de las personas que se quitaron la vida, 2.938, eran varones mientras que el 26% restante, 1.011, eran mujeres. Por meses, abril (cuando aún estaba en vigor el confinamiento domiciliario) fue en el que menos suicidios se registraron pero a partir de entonces las cifras fueron creciendo significativamente hasta agosto que fue el mes más negro.

Y a pesar de estas cifras, de este nuevo «récord» y de las promesas del Gobierno y del Ministerio de Sanidad, en el último año no se ha avanzado oficialmente sobre la estrategia de prevención del suicidio ni se publicado la nueva estrategia de salud mental. Tampoco se ha aumentado la plantilla de profesionales dedicados a la salud mental en la Seguridad Social y los ciudadanos denuncian que tienen que esperar meses para ser atendidos.

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