España sigue suspendiendo en reciclaje textil: sólo recoge el 12,6% de los residuos
Cada año en España van a parar a vertederos, 900.000 toneladas de ropa y residuos textiles, porque sólo se recoge, en media, el 12,16% de que genera la industria anualmente. Es lo que pone de relieve el último análisis de recogida de ropa usada en España de ModaRe, el proyecto textil auspiciado por Cáritas. Por comunidades Euskadi es la que más recicla, casi el 25% mientras Extremadura es la que menos con un 2,7%. Pero los datos colocan a España lejos del objetivo de recogida de ropa post-consumo que planea la UE a expensas de que la nueva Ley de Residuos, empiece a revertir la tendencia.
El estudio de ModaRe -una cooperativa impulsadas por Caritas que recoge y gestiona más de 44.000 toneladas de residuos textiles anuales- evidencia que las tasas de reciclaje en España siguen siendo muy bajas. Sólo entre el 10-12% de los residuos textiles post-consumo se recoge por separado para su reutilización y/o reciclado, y menos del 1% de la producción total se recicla en ciclo cerrado, es decir, con el mismo uso o similar.
La recogida de residuos textiles varía sin embargo en función de las CCAA. La mejor ratio la tiene el País Vasco (24,93% del total), seguida por Navarra (16,48%) y Valencia (16,03%). En el extremo opuesto aparece Extremadura, donde apenas se recoge el 2,79%. Pero de forma global, evidencia que España sigue suspendiendo en esta materia y se mantiene lejos de poder llegar a la meta que va a fijar la UE para 2025 que obliga a la industria textil a implementar la recogida selectiva de sus residuos, incluso después de su uso.
Las esperanzas de cambio estás puestas en la nueva Ley de Residuos que comienza a andar en este 2021 con la prohibición de la destrucción de excedentes no vendidos. En 2022 se añade la obligación de recoger los residuos posconsumo, a través de puntos de recogida en tienda u otras vías y el tercer paso, el que supondrá el mayor esfuerzo, requerirá establecer objetivos de reutilización y reciclaje de los desechos recaudados.
La clave de que este bajo nivel de recogida y reciclaje de residuos textil cambie está, según el informe de Modare en «en cómo se legisle en España el concepto de responsabilidad ampliada del productor (RAP)” que es el concepto que establece quién deberá preocuparse de que el producto sea reciclado al final de su vida útil: si el distribuidor u otro integrante de la cadena productiva.
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