Especuladores financieros: el enemigo está fuera y viene a por nosotros
Después de la convulsa semana pasada, los ciudadanos hemos descubierto la actividad de la especulación financiera y los riesgos que tiene para una economía como la nuestra. No es que descubramos mucho, pero ahora podemos sentir el aliento en la espalda. Los mercados han echado el ojo a la debilidad española. Somos el objetivo de los «inversores especulativos extranjeros». Según se nos advierte, ellos pueden dar las vueltas a nuestras cuentas, dañarlas por años, y ahogarnos todavía más en la crisis. Y el procedimiento es aterrador.
«Nada de lo que está ocurriendo, incluyendo los editoriales de algunos medios extranjeros con sus comentarios apocalípticos, es fruto de la casualidad o inocente, responde a unos intereses particulares», -ha explicado Blanco
Y es cierto que la semana pasada llegamos a acumular algunos titulares muy agresivos: ??¿Quien es el siguiente? ¿España?¿Portugal?» -decía el norteamericano Wall Street Journal. «Temores de un Tsunami al «estilo Lehman» cuando la crisis golpea a España y Portugal«, decía el Daily Telegraph.
Es lo que opina el Ministro de Fomento, aunque a decir verdad, las críticas en la prensa económica internacional no son nuevas. Hoy mismo, Victor Mallet, publica un texto en el Financial Times titulado : ??El apoyo de Zapatero decae aún más?. ??Los problemas fiscales dejan a España vulnerable. Las medidas de austeridad aspiran a ahorrar 50 mil millones de euros?.
??Analistas e inversores en bonos soberanos de la eurozona, no obstante, siguen escépticos. Capital Economics ha descrito las propuestas de reducción de déficit portuguesas y españolas como ??miserables? comparadas con las de Grecia. ??A menos que se anuncien más planes fiscales, los rendimientos españoles y portugueses es probable (sic) que suban más? […]
Es dificil de creer, como dice Blanco, que haya una relación entre la actuación de algunos diarios y la de los especuladores. El problema no es que se critique a España en la prensa, sino que nuestro país sea facilmente objeto de las operaciones financieras por su debilidad económica, y esto donde se sabe es en la prensa.
Sea como fuere, lo que si que es cierto es que hay un grupo de inversores extranjeros jugando con la debilidad de nuestro país. El ataque viene desde fuera y no tiene clemencia alguna. Hoy no es tiempo de divisiones internas. El futuro de nuestro país depende de la capacidad que tengan las fuerzas políticas para unir sus fuerzas. Si el PP juega por su lado y el PSOE por el suyo, perderemos. Porque el enemigo está fuera y viene a por nosotros. Fin de la partida.